EL COMANDANTE CHÁVEZ SIEMPRE CONFUNDIÓ OLIGARQUÍA CON BURGUESÍA, MIENTRAS QUE LOS OPORTUNISTAS FORMABAN A SU ALREDEDOR UNA NUEVA OLIGARQUÍA


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a oligarquía es la clase social que se hace rica y poderosa en funciones de gobierno. Y desde 1.830, a la muerte del Libertador y con el Congreso de Valencia, aparecieron los primeros oligarcas dirigidos por Páez en Venezuela,  y por Santander en Colombia. Los orígenes de esta clase oligarca se remonta al decreto que hizo Bolívar de reparto de tierras a la tropa y a los oficiales del ejército libertador por haber participado en la guerra por la  independencia del país. Los oficiales se apoderaron de las tierras de los soldados convirtiéndose en latifundistas y posteriormente en oligarcas.
El modelo político oligarca se fortaleció con la renta originada de la exportación de café y cacao. Con la dictadura de Juan Vicente Gómez hasta 1.958 la oligarquía se robusteció con la renta producida por la exportación petrolera.  Esa oligarquía fue muy excluyente y acaparadora de las divisas que ingresaban al país; y a partir de 1958 con la democracia burguesa, los sectores oligarcas se vieron obligados a soltar algunos beneficios sociales debido a la lucha de los trabajadores, pero el grueso de la renta petrolera siguió en poder  de los oligarcas, quienes con el pasar del tiempo se convirtieron en burguesía y pequeña burguesía parasitaria del Estado venezolano. Con el ascenso al poder del comandante Chávez en 1.998, los oportunistas provenientes de AD y COPEI ocupan mayoritariamente la estructura del MVR y del PSUV y subsiguientemente se apoderan del gobierno chavista constituyendo la nueva clase política oligarca del Siglo XXI, aprovechando el empuje del liderazgo del presidente Chávez y usurpación  de un sistema de ideas provenientes de Bolívar, Zamora y Simón Rodríguez. Debido al incremento de los precios del petróleo sobre los 100 dólares, ingresaron al país una descomunal cifra de dólares que le permitió al gobierno crear las misiones sociales, pensionar masivamente y mejorar las condiciones socio económicas de la población que hasta 1.998 habían sido excluidas. Pero el modelo rentista petrolero surgido en tiempo de Gómez continuó con los mismos males económicos derivados de la importación debido a la inversión no monitoreada en la agricultura, la ganadería, la continuación de la industria de ensamblaje y no crear en el país la industria de bienes de capital, industria pesada. A eso se le suma la incrementada corrupción administrativa que se chupa un gran caudal de recursos, dando origen a la nueva oligarquía venezolana. Nuestra misión es replantear el verdadero contenido del pensamiento bolivariano, zamorano y robinsoniano que fue desviado y usurpado para beneficio personal individual y de grupos de poder durante estos quince años. Nuestra tarea principal es elevar el nivel de la consciencia política e ideológica del pueblo venezolano y trujillano en particular. 
Mediante las guarimbas y la desestabilización política, los sectores oligarcas provenientes de los gobiernos de la cuarta República están desesperados con la idea de arrebatarle a la nueva oligarquía roja rojita el manantial de las riquezas del país, aprovechando los graves errores cometidos a lo largo de estos  quince años de gobierno. Estamos en un momento político muy crítico para la vida constitucional del país, y debemos desbaratar la polarización que ciega con fanatismo a dos factores políticos, como si no existiera otro polo de referencia importante, la tercera fuerza política del país, Vanguardia Bicentenaria Republicana, VBR. Estos dos factores han tratado de ocultar la existencia de este tercer factor emergente ubicado en el centro, que no es de derecha ni de la falsa izquierda disfrazada de bolivariana. No estamos ubicados en la oposición ni en el gobierno central o nacional. Nos oponemos a estos dos sectores que han destrozado al país, y que han conformado desde los cargos públicos dos oligarquías, una tradicional y la otra “roja rojita”, pero que en el fondo son iguales. Oligarcas no son los empresarios y comerciantes que han hecho sus propiedades con el esfuerzo,  tesón y constancia. Oligarcas son aquellos que a través de actos de corrupción administrativa y desde los cargos públicos, han desangrado el tesoro nacional
El ex presidente comandante Hugo Chávez se equivocó siempre al confundir el término oligarquía con burguesía. Atacaba siempre a la oligarquía refiriéndose a la burguesía, mientras tanto a su alrededor,  en el gobierno, en el MVR y en el PSUV se conformaba una nueva oligarquía. El conflicto político actual en Venezuela es entre dos oligarquías, la tradicional disfrazada de demócrata cristiana y  socialdemócrata, ahora con tinte fascista; y la nueva oligarquía disfrazada de socialista; mientras el pueblo en general de “a pie”, comerciantes, industriales, campesinos, productores del campo y demás sectores de la sociedad “pagan los platos rotos” y son utilizados para la polarización entre los dos factores políticos que se disputan los recursos petroleros del país.  El actual conflicto político no es una lucha de clases como lo quieren hacer ver los burócratas del gobierno nacional, o nueva clase política seudo  bolivariana, y hasta los dogmáticos caletreros de la falsa izquierda seudo comunista lo hacen creer, unos intencionalmente, pues conociendo la realidad, afirman que es una lucha de clases entre ricos y pobres para quedar bien con el gobierno de Maduro, y otros por ceguera, fanatismo o desconocimiento de la realidad. El conflicto no es una lucha de clases entre pobres y ricos, entre obreros y burgueses, pues los más de 7 millones de los venezolanos que votaron por la oposición no son burgueses ni clase media. Los descontentos y los que han pasado a ser adversarios de la nueva oligarquía tienen orígenes distintos, burgueses, pequeño burgueses, clase media, marginales, obreros, campesinos, desempleados, profesionales y otros. No es una lucha de clases porque de esos 7 millones de adversarios al gobierno solamente habrán menos de 200 mil pertenecientes a la burguesía, y si totalizamos los 30 millones de venezolanos, la burguesía sigue siendo una minoría de menos de 200 mil, a esto agregamos que la suma de los viejos oligarcas convertidos en burguesía y los nuevos oligarcas “rojos “rojitos” no llegan a 210 mil; por lo tanto confirmamos que el conflicto político en Venezuela no es una lucha de clases entre pobres y ricos como se estable en los clásicos del marxismo, y que por el contrario, el conflicto  es una lucha  por el poder político entre las oligarquías, la vieja liderizada por Capriles y Leopoldo López y la nueva oligarquía “roja rojita” liderizada por Diosdado Cabello y otros grupos de poder del PSUV.
     En Trujillo tenemos una muestra del poder de la nueva oligarquía roja rojita con la designación del ex gobernador Hugo Cabezas como Ministro del Despacho de la Secretaría de la Presidencia, quien ya fue sustituido por Carlos Osorio. Esa fue una victoria del pueblo trujillano y de Vanguardia Bicentenaria Republicana, VBR, con la Corriente del Pensamiento Bolivariano y Socialista “Fabricio Ojeda”. Se podría decir que el gobierno se quita una mancha más de su entorno, pero faltan muchísimas más, Hugo Cabezas representa solo un 0.001 % de las manchas de la nueva oligarquía que dirigen al gobierno nacional, a los gobiernos regionales y municipales. Esperamos que no vuelvan a premiar a este indeseable con otro cargo en cualquier organismo de los 5 poderes públicos. Se ha comprobado que en este proceso hay que ser perverso y corrupto para ser premiado, los honestos e irreverentes son satanizados y estigmatizados, con ciertas excepciones. Las dos oligarquías no han entendido que ya somos 30 millones de habitantes y que las riquezas petroleras ya no deben ser acaparadas por una minoría. Que ya no debemos depender única y exclusivamente del petróleo, que debemos diversificar la economía, invertir en la agricultura, ganadería pero con seguimiento y control del destino de los créditos para que no sean usados en actividades especulativas, mayor control del destino de las divisas y la creación de industria pesada o bienes de capital para disminuir las importaciones y lograr la independencia económica y tecnológica, entre otras medidas.
Nuestra línea de pensamiento y acción esta orientada en estos momentos a lucha por la transformación política en positivo, es decir,  no para el retroceso, a lo gris y a lo tenebroso que vivió Venezuela en el pasado, sino para la transformación positiva hacia adelante con la aplicación real y efectiva de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que permita el funcionamiento autónomo e independiente de los cinco poderes públicos, y que a la vez  funcione el Poder Moral o Ciudadano para castigar la corrupción administrativa. Estamos convencidos, y así queremos que lo entienda el pueblo trujillano y venezolano, que las causas de la pobreza y todos los males que ha tenido Venezuela en la cuarta República desde 1.830 hasta 1.998 y lo que va de la quinta República, no son causas económicas ya que tenemos muchas riquezas materiales para reimpulsar la economía venezolana, revigorizar el aparato productivo y satisfacer todas las necesidades primarias de la población. El principal problema y causa que origina los males económicos y sociales del país es ETICO y MORAL. Tenemos recursos minerales suficientes, sin embargo hay deficiencias financieras, productivas, una devaluación permanente del bolívar y un endeudamiento creciente con organismos financieros internacionales. Ya el problema no es económico si no la ausencia de una filosofía de la ética y de la moral en los viejos y nuevos gobernantes, y por esa razón la corrupción administrativa ha reinado sin castigo e impunidad en el pasado cuarto republicano y en el presente.
La población venezolana debe adquirir consciencia de que ya no debe inclinarse por ninguna de estas dos oligarquías y sus partidos políticos. El pueblo debe superar  el modelo político oligarca ortodoxo y el modelo político oligarca heterodoxo. El primero es el modelo dogmático y excluyente sustentado por los partidos políticos de la MUD, que se niegan a democratizar la economía y beneficiar a los sectores populares, y promueven el neoliberalismo con la privatización de las empresas del Estado venezolano hasta los servicios públicos como la educación y la salud; el segundo es el modelo político oligarca heterodoxo, que es sustentado por el PSUV que aún cuando sueltan beneficios a los sectores populares, se lucran con el más grueso de los recursos petroleros. Mientras tanto, los hijos de la pequeña burguesía y de la vieja oligarquía queman a Venezuela, asesinan a propios y contrarios, pero lo más grave del caso es que también jóvenes de clase media baja o de clase social no privilegiada, se suman inocentemente, por descontento o solo por emotividad, a los desórdenes públicos y lo hacen porque no conocen  las verdaderas intenciones que la vieja oligarquía fascista tiene con las guarimbas. Las bases honestas de la oposición y del PSUV tienen las puertas abiertas en VBR con la finalidad de organizar en todo el país el gran partido revolucionario y bolivariano para rescatar el proyecto original bolivariano y construir una república verdaderamente bolivariana con eficiencia, con eficacia, con honestidad y sin burocratismo, pues las cúpulas de la MUD y del PSUV están podridas. Somos el centro político donde pueden converger todos los verdaderos bolivarianos. No estamos con la derecha opositora ni estamos con la falsa izquierda del gobierno.

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ALIRIO GIL MIEMBRO DEL SECRETARIADO REGIONAL DE VANGUARDIA BICENTENARIA REPUBLICANA, V.B.R., DEL ESTADO TRUJILLO

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