Prensa/ECS FM/22/01-2019.- Una
nueva crisis de efectivo se asoma en Venezuela a cinco meses de la
reconversión monetaria que puso en circulación un renovado cono
monetario y le restó cinco ceros al bolívar. Hay varias señales que
indican que la escasez de billetes que amainó en los últimos meses
regresará y tal vez con más fuerza debido a la persistencia de la
hiperinflación.
Banca y Negocios
La proporción de
dinero en efectivo sobre la liquidez se ubicó en la semana culminada el
11 de enero en 6,82%, igual nivel que se registró a finales de
septiembre de 2017 y una baja de 2,85 puntos porcentuales desde el tope
de 9,35% que se alcanzó al 9 de septiembre de 2018.
Estos números
indican que el gobierno está entrando nuevamente en la dinámica de alto
incremento de la liquidez, sin tener capacidad de mantener un nivel
adecuado de billetes que los expertos ubican entre 10% y 12% del total
de dinero en circulación.
Por otro lado, la hiperinflación que
padece el país desde noviembre de 2017 pone más presión y provoca que
cada día se requiera mayor cantidad de efectivo para pagar. Por ejemplo,
en la primera semana de la reconversión, con un billete de BsS 500 (el
de mayor denominación) se compraban 5,5 cartones de huevos, de acuerdo
con el monitoreo que realiza Banca y Negocios. Esta semana se requieren 16 billetes de BsS 500 para comprar un solo cartón.
“Maduro
debería anunciar ya, billetes de Bs 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y
20.000. En semanas van a ser muy necesarios”, dijo en Twitter el
economista Luis Oliveros.
Otra muestra de la rápida pérdida de
valor (y por tanto de uso) de los nuevos billetes es que la pieza de BsS
2 es rechazada de forma masiva en los comercios o incluso en el
transporte público. Este último es también un ejemplo de cómo el uso de
billetes de alta denominación se va haciendo necesario, pues el costo
del pasaje pasó de BsS 1 en septiembre a BsS 30 o BsS 50 en enero de
2019, sin contar que, al menos en Caracas, existen rutas expresas que
cobran hasta BsS 100.
Desde el inicio de la reconversión la
liquidez creció 2.222%. Si esta tendencia se mantiene “en pocos meses la
relación de efectivo sobre liquidez empezará a disminuir y
lamentablemente mientras no haya control de la inflación, existirá el
círculo vicioso de mayor presión para seguir emitiendo dinero”, señala
la firma Aristimuño Herrera & Asociados.
Desde
finales de noviembre la proporción de efectivo en manos del público
viene descendiendo y solo ha subido en dos semanas, pero con alzas muy
pequeñas.
En zonas del interior del país como Ciudad Bolívar, en
el estado Bolívar, la venta de efectivo ya regresó y en Cúcuta,
Colombia, la brecha entre el dólar comprado con billetes (de BsS 200 en
adelante) y con transferencias es de hasta BsS 1.000 en las casas de
cambio.
No es de extrañar que dentro de poco el gobierno retome
las declaraciones de que se están llevando los billetes a Colombia, así
como la diferencia de precios de bienes y servicios dependiendo del pago
en efectivo o electrónico.
Por otro lado, en la banca persisten
viejos problemas que complican la distribución del efectivo. “La
distribución del efectivo es centralizada por el BCV y puede suceder que
un banco reciba dinero hacia Valencia cuando realmente esa institución
necesita el dinero en un lugar diferente, lo cual acarrea costos
adicionales de traslado, así como un mayor tiempo y pérdida de
eficiencia en su distribución”, apunta Aristimuño Herrera & Asociados.
Además,
la cantidad de efectivo en la banca ha crecido en promedio 4% en las
cuatro semanas que van desde la mitad de diciembre hasta la primera
mitad de enero, mientras en las cuatro anteriores lo hizo a un ritmo
medio de 14,4%.
“La hiperinflación se mantiene, destruyendo el
poder de compra del bolívar. Se comienza a sentir una nueva crisis de
efectivo y la necesidad de una nueva conversión monetaria”, comentó
recientemente en Twitter el economista Alejandro Grisanti.
Una
muestra numérica de lo que refiere Grisanti es que la liquidez monetaria
superó en la semana del 11 de enero el billón de bolívares, en menos de
cinco meses de implementada la reconversión, mientras bajo la
reconversión de 2008 a la liquidez le tomó cinco años llegar a esa misma
cifra.
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