Dialogar
con Michelangelo
Imagen:
Google
Por
Régulo José Santos
Trujillo
Buen
y maravilloso día Michelangelo da Vinci, durante el place cotidiano
desde el orto hasta el ocaso he transitado regocijante en un albor
embeleso por el terreno bendito de gracia y confín.
Visité
a Anzoátegui y usted a Cumaná, argüirá don quijotesco la épica
reminecente que reafirma el escenario sin caución ni alevosía de la
orfandad espiritual entre el espacio y tiempo.
-Que
grata nuestra incursión y bienvenida al estado Trujillo con su
música típica, gastronómica, cultural, atractivos comerciales,
bananales, cafetalera, legendarias, montañosas, campestre y
hospedajes, conllevan al abrazo coetáneo, citadino y monumental
sustentado de esperanzas, unión familiar, costumbres, mitos,
leyendas, creencias religiosas, exotéricas, crónicas sin afán
titánico e inmensidad de siglos a orillas del Castán.
¡Cuàn
inspiración genial expone su poemario, el alado rocín en que
recorrieron soñando su espíritu juvenil y el mío por la ciudad
portátil, de gracia y encuentros.
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