De izq. a derecha: Alberto Carvalho, Katherine Fernández Rundle y Carlos Giméneze |
***Al tiempo que se da un intenso
debate sobre control de armas y seguridad en las escuelas, las autoridades del
Condado Miami-Dade enviaron una carta en la que le piden a los legisladors en
Tallahassee que tomen medidas para evitar más muertes en las aulas escolares
Por
Sergio Otálora
MIAMI/Prensa
DLA/23-02-2018.-El debate
sobre la seguridad en las escuelas públicas de Estados Unidos llegó a la Casa
Blanca con la propuesta, liderada por el presidente Trump, de armar a los
“mejores” maestros para que ellos puedan repeler a un atacante como el que
abrió fuego en la secundaria Marjorie Stoneman Douglas con un saldo trágico de
17 muertos: 14 estudiantes y 3 profesores.
En su
cuenta en Twitter, el superintendente de las escuelas públicas del condado
Miami-Dade, Alberto Carvalho, rechazó de plano esa posibilidad: "No será
bajo mi tutela que apoyaremos la idea de dotar a los profesores con armas de
fuego en nuestras aulas de clase. Ellos están armados con inspiración, enseñan,
lideran, y tienen el derecho de hacerlo de manera segura sin tener el encargo
de garantizar esa seguridad para los demás”.
Trump
propuso que profesores con entrenamiento militar, veteranos, puedan actuar como
vigilantes. Eso, además, saldría más barato que contratar guardias
profesionales, según opinión del Presidente.
“Eso
sería convertir la escuelas en zonas de guerra”, afirmó la presidenta del
sindicato de maestros del condado Miami-Dade, Karla Fernandez Katz. “Supongamos
que sucede la tragedia, empiezan a disparar, ese maestro o maestra con armas,
debe proteger en segundos a sus estudiantes del atacante y después qué, ¿ir a
buscar el arma a su casillero para enfrentar al atacante? ¿Y qué pasa si ese
profesor o profesora, en la confusión, mata a un estudiante y no al atacante? Y
en el momento en el que entran los policías y ven persona armadas, cómo van a
saber quién es quién”, se preguntó Fernández.
De
acuerdo con ella, ninguna de las asociaciones de maestros de la Florida apoya
la propuesta que acoge la Casa Blanca. Cree que, por el contrario, el estado y
el Gobierno federal debieran dar más recursos para programas de consejería,
contratación de psicólogos y fortalecimiento de la infraestructura de los
colegios para que protejan a los estudiantes en el momento de un ataque armado.
La
dirigente sindical dijo sentirse “muy orgullosa del valor que han tenido los
estudiantes [de la Stoneman Douglas] a pesar del trauma. Han podido sobreponerse
y aprovechar esa plataforma para debatir temas muy importantes”.
Indicó
que su organización seguirá apoyando a esos jóvenes y llamando a la comunidad
para que también los respalde. “Soy madre, tengo dos hijos en edad escolar
primaria. No quiero que sus profesores tengan armas y como maestra que soy no
quisiera tener sangre en mis manos al portar un arma”.
AUTORIDADES
UNIDAS
Las
autoridades del condado Miami-Dade, su alcalde, Carlos Giménez; su
superintendente escolar; el presidente de su comisión, Esteban Bovo, y la
fiscal estatal, Katherine Fernandez Rundle, enviaron una carta al presidente de
la Cámara, Richard Corcoran, y del Senado, Joe Negron.
El
distrito escolar de la Florida es el cuarto más grande del país. Tiene más de
350 colegios y 350.000 estudiantes. Para su seguridad, hay una apropiación,
dentro del presupuesto estatal, de $9.5 millones.
De
acuerdo con la comunicación enviada por estos altos funcionarios condales, la
inversión para la seguridad en las escuelas sería de $50 millones, “pero eso no
es suficiente para asegurar que se hayan agotado todas las medidas viables con
el fin de que no perdamos a un solo estudiante más”.
Los
firmantes de la carta proponen una combinación de medidas de corto plazo y un
compromiso a largo plazo. Plantean que hay necesidades de seguridad e
infraestructura que no tienen recursos financieros para ejecutarlas. Reconocen
que se debe evitar el acceso a las armas a aquellas personas con enfermedad
mental o problemas emocionales, y esa debe estar en “la primera línea de
defensa contra las masacres que se han convertido en algo demasiado común en la
nación”.
Identificar
a esos individuos de alto riesgo implica, según los remitentes de la misiva,
recursos humanos, utilización de inteligencia artificial y estrategias basadas
en la tecnología.
PAQUETE
DE INVERSIÓN
Por lo
tanto, proponen un paquete de cerca de 30 millones de dólares para desarrollar
varias acciones.
Diez
millones de dólares para contratar 100 oficiales de policía escolar. $7.8
millones para contratar 75 profesionales en salud mental para la detección
temprana y la prevención de problemas psicológicos en los estudiantes.
Y $12
millones para fortalecer la infraestructura de seguridad de los edificios
escolares, con más cámaras, vidrios de seguridad, cierre automático de las
puertas, mapas digitales de los colegios para que haya una respuesta rápida de
las autoridades, y tecnología para rastreo de redes sociales para detección
temprana de individuos que podrían ser de alto riesgo.
Este
jueves, Negron anunció su apoyo a la posibilidad de tener maestros con armas en
las escuelas del estado. Esto lo pone en abierta contradicción con los
superintendentes escolares de la Florida, las distintas organizaciones de
maestros y varios jefes de policía.
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