**La Superintendencia para la
Defensa de la Economía (Sundde) publicó los nuevos precios para productos de
higiene y cuidado personal que regirán en todo el país, pero estos productos no
se consiguen en los automercados
Ante la subida acelerada que al calor de la caída estrepitosa del bolívar experimentan cada día los precios en Venezuela, los ganaderos pidieron revisar cada semana las cantidades fijadas |
CARACAS/DLA/26-11-2017.- Numerosos mercados de Venezuela se quedaron sin productos esta semana tras las inspecciones de funcionarios del régimen que obligaron a los comerciantes a rebajar hasta un 30 % sus artículos, provocándoles fuertes pérdidas y la venta total de sus existencias en pocas horas.
"Nos hicieron bajar un 15 % los precios de todo lo que vendemos.
Todo se terminó en muy poco tiempo y hoy no nos queda casi nada", explicó a Efe la propietaria de
una charcutería del mercado de Guaicaipuro, en el centro de Caracas.
"Tuvimos que vender a pérdida. Hemos perdido mucho real
(dinero)", agregó
la comerciante.
La
vendedora, que prefiere no dar su nombre y asegura reiteradamente tener
"mucho miedo", porque no recuerda controles tan duros como los de
este año, y cuenta que muchos proveedores han dejado de llevar sus artículos al
no ser rentable vender a los precios que establece el régimen.
Esta
nueva oleada de inspecciones comenzó el 12 de noviembre y es parte de la
cruzada del régimen chavista contra los "especuladores", a quienes
hace responsables de la situación de escasez e hiperinflación que atraviesa la
nación caribeña.
Como en
el resto de los casi 12.000 establecimientos que están siendo fiscalizados, la
operación en el mercado Guaicaipuro fue llevada a cabo durante varios días por
inspectores de la Superintendencia para la Defensa de los Derechos
Socio-económicos (SUNDDE), acompañados de funcionarios de la Guardia Nacional
(GNB, policía militarizada).
Un día
después de que funcionarios del SUNDDE y uniformados tomaran el mercado, buena
parte de las persianas de las tiendas permanecían abajo, y los mostradores de
los puestos de productos cárnicos se habían quedado vacíos a la espera de
nuevos productos.
Además de
confiscar productos tras acusar a los vendedores de "acaparamiento",
inspectores y agentes de la GNB se llevaron algunos detenidos -dos según el
SUNDDE, aunque testigos hablan de un número más alto- y castigaron con multas a
quienes señalaron por "especulación" o incumplimiento de
regulaciones.
También
en Guaicaipuro, los guardias se llevaron básculas de algunos puestos, al
asegurar que estaban adulteradas para manipular el peso en favor de los
vendedores, según denunció a Efe una trabajadora del mercado que recrimina a
los militares su actitud intimidatoria y arbitraria.
Una
pequeña dotación de militares y policías seguía en el mercado 24 horas después
de la inspección, vigilando que los pocos establecimientos que habían recibido
productos a precio regulado (pollo y harina) vendieran a la cantidad
establecida.
Decenas
de personas formaban largas colas ante los mostradores temerosos de que la
preciada mercancía se agotara.
Desde que
el presidente Nicolás Maduro anunciara el "Plan Navidades Felices contra la
Especulación", la SUNDDE ha informado puntualmente de operaciones
en todo el país para limitar los márgenes de ganancia y garantizar "la
revolución económica" y "el derecho a la felicidad social", en
palabras del jefe del Estado.
"Inmediatamente lo que se produce es una desaparición del producto,
dado que cuando las personas son obligadas a bajar a unos precios por debajo de
sus costos, obviamente la actividad deja de ser rentable", dijo a Efe Luis Hernández, de la
Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga).
Algunos
supermercados, mercados e incluso restaurantes han dejado de recibir carne de
res y otros alimentos desde que comenzaron las fiscalizaciones ordenadas por
Maduro para bajar los precios en medio de la espiral inflacionaria en que se
encuentra Venezuela, que técnicamente entró el mes pasado en hiperinflación.
Uno de
los objetivos de estos controles es asegurar que todos los eslabones de la
cadena industrial alimentaria cumplan con los llamados "precios
acordados", fijados para 50 productos básicos según una ley de reciente
aprobación por el Estado tras consultar con los distintos agentes económicos
implicados.
"Para evitar otro golpe al consumidor final, nosotros terminamos
aceptando unos precios para nuestros productos que no eran los precios que nosotros
proponíamos", explica Hernández.
"Pero esos precios fueron acordados hace seis semanas, y en el
momento hiperinflacionario que vive Venezuela han quedado desfasados".
Ante la
subida acelerada que al calor de la caída estrepitosa del bolívar experimentan
cada día los precios en Venezuela, los ganaderos pidieron revisar cada semana
las cantidades fijadas, pero el Régimen rechazó esta demanda y esta
reevaluación no se realizará hasta que se cumpla un mes de la fijación de la
cifra inicial.
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