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El
expresidente editó, a cambio de supuestos sobornos, una medida legislativa para
favorecer a empresas del sector automotriz
La Fiscalía brasileña denunció al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, ya condenado en primera instancia por el caso Petrobras, y a otras seis personas, entre ellos el exministro Gilberto Carvalho, por un delito de corrupción, informaron fuentes oficiales.
La querella afirma que Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, editó,
a cambio de supuestos sobornos, una medida legislativa para favorecer a empresas del sector
automotriz mediante una prórroga de los beneficios tributarios por cinco años.
De acuerdo con las investigaciones, las compañías prometieron 6 millones de
reales (unos 2 millones de dólares) a Lula y Carvalho, quien fue
ministro de Lula y también titular de la cartera de la Secretaría de la
Presidencia durante el primer Gobierno de la exmandataria Dilma Rousseff.
“Los agentes públicos,
infringiendo el deber funcional, favorecieron a las montadoras de vehículos MMC
(Mitsubishi) y Caoa al editar, con celeridad y procedimientos atípicos” una medida legislativa
“exactamente en los términos encomendados” por esas empresas, afirmó la
Fiscalía.
Según la denuncia, las coimas prometidas, algunas de
las cuales se pagaron a intermediarios para que estos las pasaran a los
políticos, eran para financiar campañas políticas del Partido de los Trabajadores (PT), de
cuya fundación participó el propio Lula en 1980.
Lula y Carvalho fueron
acusados de corrupción pasiva, mientras que tres
empresarios, un lobista y un exconsejero del Consejo Administrativo del Fisco
brasileño fueron denunciados por corrupción activa.
El proceso se enmarca dentro de la “Operación Zelotes”, que desde 2015
estudia supuestas irregularidades en CARF, departamento del fisco encargado de
sancionar a los defraudadores de impuestos.
La “Operación Zelotes” ha salpicado también a varios
importantes banqueros y políticos, así como al exministro de Hacienda Guido
Mantega, quien ocupó el cargo durante el Gobierno de Lula y en el primer
mandato de su sucesora, Rousseff, destituida el año pasado por el Congreso.
Lula, que aparece primero en las encuestas electorales
y ha manifestado su intención de presentarse a los comicios presidenciales de
2018, fue condenado en julio pasado a nueve años y medio de prisión por
supuestamente haberse beneficiado de la trama corrupta que operó durante años
en la petrolera estatal Petrobras.
El expresidente fue denunciado la semana pasada, junto
con Rousseff y la
cúpula del PT, por los delitos de obstrucción a la Justicia y asociación
ilícita, además de hacer frente a varias investigaciones por las confesiones de
77 ex directivos de Odebrecht, empresa implicada en la red corrupta.
Lula responderá este
miércoles ante el juez federal Sergio Moro en uno de los seis juicios penales
abiertos en su contra, la mayoría relacionados con el caso Petrobras.
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