Por Emisora Costa
del Sol FM · 1 septiembre, 2016
La
oposición de Venezuela logró sacar este jueves a decenas de miles de personas a
las calles de Caracas para exigirle al Consejo Nacional Electoral (CNE) que
agilice los trámites para celebrar un referéndum revocatorio contra el
presidente, Nicolás Maduro. Ese era el pretexto principal para abarrotar tres
importantes avenidas de la capital venezolana, pero las razones para protestar
van mucho más allá de esa puntual demanda. La movilización catalizó el rechazo
a la alta inflación y la crónica carestía de alimentos básicos que lastra al
régimen bolivariano.
Si el 6 de diciembre, en las elecciones
parlamentarias, los venezolanos respaldaron masivamente a la oposición en las
urnas y le entregaron el control de la Asamblea Nacional, la afluencia a la
manifestación confirmó esa mayoría y el desmoronamiento de lo que alguna vez
fue el titán invencible de la autodenominada revolución bolivariana. El empeño
institucional de impedir que prospere en el corto plazo una consulta sobre la
continuidad de Maduro parece haberle dado fuerza a los manifestantes para
superar los obstáculos colocados a la vera del camino y el miedo que intentaron
infundir los voceros más conspicuos del bolivarianismo.
El régimen bloqueó de diversas formas la
asistencia a la concentración colocando improvisados retenes militares en la
entrada a Caracas, atravesando obstáculos en las vías expresas de la capital
venezolana e interrumpiendo el servicio de metro. Pero fue en todo caso una
victoria parcial a juzgar por las imágenes tomadas por las agencias de noticias
y las fotos transmitidas a través de las redes sociales. La televisión privada,
fuertemente amenazada por el Gobierno con la retirada de la concesión para
operar, empezó transmitiendo su programación matutina habitual —programas de
variedades, de autoayuda— pero intermitentemente informaba de la movilización.
Los partidarios del Gobierno se
concentraron en la avenida Bolívar de Caracas para apoyar al presidente.
Algunas personas que se dirigían a la
capital lograron salvar los obstáculos en la carretera, pero otras, según
denuncias de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición opositora que
organizó la manifestación, fueron atracadas en los autobuses que los
trasladaban en medio del atasco. La MUD también denunció saqueos a comercios en
Aragua.
Los partidarios del Gobierno se
concentraron en la avenida Bolívar de Caracas para apoyar al presidente Maduro.
La televisora oficial, Venezolana de Televisión, mantenía tomas cerradas y no
se animaba a mostrar las grandes panorámicas que caracterizaban las
transmisiones en los tiempos de los mítines del fallecido Hugo Chávez. La
profunda crisis económica parece haber hecho mella entre la clientela del
chavismo, que no apoyó como en otras ocasiones las manifestaciones callejeras
del Ejecutivo.
Ambas marchas culminaron a eso de las dos
de la tarde hora local (las ocho de la noche en España). La dirigencia
opositora leyó un comunicado en el que detalló las siguientes protestas. De
entrada, convocaron un cacerolazo para las ocho de la tarde (madrugada del
viernes en España). La oposición planea, además, presentarse el próximo
miércoles 7 en todas las sedes del Consejo Nacional Electoral para seguir
presionando y que anuncie la fecha de la segunda etapa del revocatorio. El 14
de septiembre, un día después del plazo máximo dado por el CNE para fijar el
operativo de recolección del 20% de las firmas del censo, se movilizarán en
todas las capitales del país. Y después de que se realice el operativo, fijado
para la última semana de octubre, según han dicho las autoridades electorales,
volverán a la calle para demandar “la inmediata realización de la consulta”.
El tiempo apremia. Si el referéndum es
tras del 10 de enero de 2017 un vicepresidente chavista sustituirá a Maduro por
el resto del mandato. Si se organiza antes y la oposición logra más votos que
los obtenidos por el presidente actual en las elecciones del 14 de abril de
2013, que eligió al sucesor de Chávez, habrá que organizar otra elección
presidencial.
LA AMENAZA DE UN
FUJIMORAZO
Todo
el discurso del presidente Maduro, que apareció a la una de la tarde en la
avenida Bolívar de Caracas, pareció resumirse en una idea: “ha fracasado el
golpe de Estado de la derecha fascista”. El jefe del Estado sacó cuentas y
calculó que no más de 30 mil personas se habían manifestado en su contra.
También aprovechó para reiterar lo que había anunciado el miércoles antes de la
anunciada “Toma de Caracas”. “Tengo listo un decreto para levantar la inmunidad
a los altos cargos y en especial la que gozan los parlamentarios”.
Se trata, por ahora de un amago de
fujimorazo que pondría a la oposición y a la comunidad internacional a
plantearse otros escenarios. En una hora crítica el Presidente luce dispuesto a
todo para evitar entregar que en sus manos se pierda la república chavista.
A lo largo de su intervención insuflarle
ánimo a la concurrencia invocando el espíritu de Chávez al ritmo de un toque de
diana. Ataviado con una chamarra roja, el jefe del Estado parecía hablarle al
núcleo duro de sus militantes, insultando al presidente de la Asamblea
Nacional, Henry Ramos Allup, pero intentaba a la vez mostrarse contento y
despreocupado.
En medio del acto le besó la calva a
Diosdado Cabello, expresidente del Parlamento, e imponer la perspectiva de que
el desarrollo de la manifestación opositora era una victoria para el gobierno.
“Los que amenazaron con asaltar Caracas terminaron en el Este. Nosotros estamos
en el mero centro. El pueblo está en el centro de la ciudad”, dijo. “Así lo
proclamo, han fracasado, La victoria es del pueblo, de la revolución”.
Fuente:
El País 01-09-2016
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