A quién
le importa si soy blanco, negro, mestizo o mulato que proceda de un barrio,
área rural, urbana o campestre, total vivo feliz cada día con el albor
espiritual sumado al coloquio filosófico, vengo del portal de los andes
a compartir el mensaje fraterno difundido a través de la frecuencia
abierta al colectivo.
Melodía holgada
Afortunado
junto a la dama azul aunante a la melodía holgoría, cruzo el puente hacia el
camino más latente a la urbe tal vez cuando llegue al alba viaje sin fronteras
ahí en pleno escenario proyecte una estadía cómoda y placentera recorriendo la pasarela felina, estimo que el temor tiende a ser
una respuesta circunstancial bajo la estela marina.
Efusión
Igualmente
hilvano de efusividad las venas del sur donde se encuentra el panel
de abeja ante la resonancia del jagüey, además voy a la iglesia local lleno
de fe y devoción en contra del ateísmo, realzo el abrazo de hermandad
sin entrar en bizoñerias ni dispensas.
Declamación
Desde la
plazoleta declamo cantos y alabanzas al arquitecto universal aunado a la oración por la paz y la justicia destaco la redención humana.
Fuerzas expresivas
El
hombre, la mujer y el niño (a) concatenan fuerzas
expresivas elevando cantares de fe y esperanzas, cerca del cáliz que simboliza
el amor al prójimo que elipsa la forma enigmática de la vida aún
más noble el pan del viento carente de tesituras.
Visaje benévolo
Cuando
fluye un visaje benévolo que se identifica con el rostro
bendecido por la deidad suprema, rueca insertada a la silueta ignota que
trasunda la heredad de la espina dista del jazmín que airea el laurel
como en un vítor menudo a letanía y bienaventuranza, suyo
es el fruto que cosecha al halo crepuscular.
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