Discusión de Cláusulas Económicas de la IICCU. Un escenario de conflicto intencionalmente estimulado por el Gobierno de Maduro
Prof.
Gerardo Vásquez (APUC)
10-08-2015
L
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a semana que
recién termina, correspondiente a las reuniones de los días 5, 6 y 7 , y
primera de agosto, en la que el Ministro Fernández había anunciado se estaría
firmando la IICCU para el sector universitario, resulto un fracaso. Se inicia
la discusión el día miércoles con la cláusula
78 relativa al principio según el cual los ajustes que se hagan en las
remuneraciones a los trabajadores deben ser extendidas a las pensiones de
jubilación, incapacidad y sobreviviente, en lo que es un aspecto elemental de
progresividad laboral y en correspondencia con el derecho a la no
discriminación, fundamentalmente al personal jubilado. Lo cierto es que la
discusión fue diferida y llamo la atención en el hecho de, ¿quién le da
instrucciones a los llamados técnicos de la OPSU para que continuamente
intenten desconocer derechos y logros anteriores de los trabajadores?. En el
caso de los jubilados, denuncio por este medio al MPPEUCT en su continuado
esfuerzo por desconocer los derechos de los jubilados y desmejorar sus
condiciones de vida bien ya sea por colocarlos en un régimen de jubilaciones
distinto, bien por discriminarlos de los beneficios acordados en las
convenciones de trabajo. ¿Quién ordena actuar de esta manera a estos
funcionarios llamados técnicos en su continuado esfuerzo de destruir derechos
laborales de los trabajadores?. Con el diferimiento de la cláusula 78,
se llega al siguiente día 6 y se discuten las cláusulas 71(adquisición de
terreno para adquisición de viviendas) 72(Facilidades para la adquisición de
vehículos) 73(plan de recreación y turismo social) y 74(plan vacacional para
los hijos de los trabajadores). Las argumentaciones de los técnicos para cada
aspecto es digno de un cuento Quijotesco. Se pasa a la cláusula 115 sobre
solicitudes de adelanto de Prestaciones Sociales, que están establecidas
en la ley y todas son diferidas. Es allí cuando el Vice Ministro J. Guzmán,
interviene y reconoce que estas cláusulas no se han cumplido en la convención
anterior y por lo tanto solicita se suspendan las reuniones por esta semana comprometiéndose
a presentar para el día martes 11 un paquete de cláusulas sobre estos aspectos
y, adicionalmente, ofrece iniciar la discusión de las tablas salariales al día
siguiente, en el que se compromete a discutir la cláusula 83, es decir el día
miércoles 12. Nuevamente nos llenamos de ilusiones para la semana que viene.
Esperemos se concrete su promesa. Lo cierto es
que en el Comando Nacional Interfederativo, es cuestión de honor, la
reconstrucción de la escala a partir de 2 salarios mínimos y de allí en
adelante se le añade el 7% interescala para los 7 niveles de cargos del
personal obrero y luego sigue desde el cargo 201 al 409 del personal
administrativo y luego, sobre los cargos docentes el 18% a tiempo completo y
20% al dedicación exclusiva, sin solapamiento de cargos y con carácter
móvil.
Gremios y
sindicatos, ya habían ofrecido una rueda de prensa en horas de la mañana de ese
mismo día, en donde alertaban sobre una escalada de propuestas diversas, donde
actores pro-gobierno mostraban escalas y porcentajes de aumento sobre
escenarios que nunca han sido considerados por quienes tienen la
responsabilidad de negociar, pretendiendo crear un ruido en las discusiones. En
dicha rueda de prensa se denuncia, se rechaza tal irregularidad y se anuncia el
llamado a conflicto para el mes de Septiembre por parte de la FAPUV y el
llamado a una hora cero con paralización indefinida a partir del 1 de Octubre
por todos los demás sectores de trabajadores. En otras palabras, hay unas 4
semanas antes del 7 de Septiembre, fecha en la que se reincorpora la primera
Universidad a sus actividades, para que el Gobierno presente su propuesta de
aumento salarial y para tratar de llegar a un acuerdo sobre el depauperado
salario de los universitarios, antes de que se desate un infierno de
conflictos.
Septiembre
se asoma como probable inicio de un incendio impredecible, por la ineficiente y
maltrecha política militarista en contra de la educación. Cabe preguntarse si
toda esta tardanza y lentitud no está concebida dentro del ese espíritu
criminal de convocar una escalada de conflictos con miras a influir en el
panorama electoral de las elecciones parlamentarias de Diciembre. El Gobierno
de Maduro, no puede jugar al caos en una coyuntura política, económica y social
tan complicada. Las Universidades están conscientes del rol que les toca jugar
en el rescate de la civilidad perdida y de la institucionalidad sin brújula.
Adicionalmente, la conflictividad se incrementa por el impacto en el propio
desenvolvimiento interno de las universidades, sometidas a imposiciones de cupo
que ponen en peligro su calidad y funcionalidad. Ya hay posiciones firmes y
valientes como la del Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la UC
por la Escuela de Medicina, donde no está dispuesto a sacrificar la calidad
formativa profesional por la masificación, posición que apoyamos desde la
representación profesoral. La situación presupuestaria juega otro papel en lo
atinente a servicios estudiantiles, sin contar con el hecho de no permitirse
elecciones para la renovación de autoridades, aspecto este, que ha potenciado
los conflictos a lo interno.
FAPUV en su
reunión de Junta Directiva Nacional del jueves 6 de agosto, ratificó su llamado
a no reintegrarse a actividades académicas de no llegarse a un acuerdo sobre la
situación salarial de los universitarios. Cada Universidad tiene autonomía en
el como instrumentar esta medida que en definitiva solo busca llamar a resolver
la situación remunerativa del sector universitario sobre el criterio de
Dignidad del Salario. Un salario Digno está
referido a la garantía del acceso a los bienes y servicios, al que este
importante sector de la vida nacional, tiene derecho, dentro de una vergonzosa
escalada de desafueros económicos y corrupción que la política gubernamental ha
dispuesto, y en la que ha dejado escapar una oportunidad para el
desarrollo y progreso nacional, en la que se ha apartado y excluido a la
Universidad venezolana.
Lo cierto,
es que el Gobierno Nacional no tiene una propuesta salarial para la discusión
de la IICCU ni tiene presupuestado lo relativo al aumento de los universitarios
en el presupuesto ordinario. Eso nos obliga a alertar sobre la situación
posterior a la discusión del aumento. ¿Y cómo y cuándo nos van a pagar el
retroactivo del aumento? Probablemente sea materia de otro conflicto. Una
educación universitaria que navega en un barco gubernamental sin brújula.
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