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.07. 2015.- Mientras los soberanos se habitúan a colas para adquirir productos
e inflación crece hasta más de un 150 por ciento a mitad de año y la
irreversible Tibisay, jefe del órgano electoral impone sus leyes, de paso la soberanía
se resquebraja con el Esequibo; el régimen pasa callado ante la muerte constante
de miles de compatriotas en un estado de sitio decretado por el hampa al mejor
estilo de las Favelas en Brasil. La depresión aumenta, cuando la juventud
abandona su tierra en la búsqueda de mejor porvenir en otro país y quienes nos
quedamos vivimos sin salir.
SILENCIO, EL
HAMPA SE OCUPA…
Dedo en la
Llaga. Aristóteles Soto.
Zonas completas de Caracas y otras ciudades,
los propios colectivos creados como fuerza de choque para enfrentar la
oposición se organizaron y al género de la populosa barriada del 23 de enero, imponen
reglas a los vecinos. Policías y cuerpos de investigación en representación de
la justicia, acorralados y acobardados, hacen hasta marchas para exigir protección
al gobierno. Más de 70 efectivos murieron en Caracas. En Maracay, el ejército peino una zona
completa ante el asesinato de varios agentes y en el centro del país, bandas
imponen ley marcial y peaje en carreteras.
Las cárceles, son centros de protección y
oficinas delincuenciales, donde imponen sus propias reglas, regidos por un pran
que vive con las mejores comodidades. En Maracaibo, otras bandas sancionan con
toque de queda algunas barriadas, mientras la sociedad se pertrecha en sus
casas con barrotes y evita salir a la calle, creando sicosis colectiva de
terror.
Grupos de motorizados armados, atracan
impunemente a transeúntes y conductores en semáforos. Caos total, ante la ley
de autocensura impuesta por el régimen los medios. Asesinatos de guardaespaldas
de enchufaos ¿temor a delación?
Prácticamente los forajidos
parecen decir a la fuerza púbica, no te tengo miedo, poseemos mejores armas,
tenemos mucho dinero y empresas producto del hampo nato: secuestro, drogas,
bachaqueo en fin toda la especie delincuencial en el libro de la inmoralidad.
Sin temor a sanciones, por la incapcidad del régimen.
En el centro del
país, donde viven los enchufaos importantes, es decir miembros del régimen se
convirtió en una zona peligrosa para los protectores de los representantes del
PSUV. De los casos publicados, cinco ocurrieron en Caracas, dos en Aragua, dos
en el estado Miranda y uno en Zulia.
A todas las
víctimas les disparan a quemarropa cuando transitaban por la vía pública. Los
homicidas buscaban sus armas de reglamento, motocicletas, carros, celulares o
cadenas de oro. Las edades de las víctimas oscilan entre los 27 y 39 años. A
todos sorprendieron cuando iban hacia su casa o trabajo. Se desangraron en la
vía pública o camino a algún centro asistencial. Por los crímenes no se ha
hecho pública ninguna detención.
Jacqueline
Sandoval, directora ejecutiva de Fundación para el Debido Proceso, informó a Reuters
que en lo que va de año han asesinado a 120 policías, 35 militares y 11
guardaespaldas. Se han desarrollado “23 planes (de seguridad) del
Ministerio del Interior en materia de seguridad, pero ninguno ha resultado”. Según
Sandoval, la razón del fracaso radica en la impunidad. “Mientras no se dé una
respuesta efectiva al área de justicia, se colabora con el auge criminal en el
país”.
Para el año
pasado 268 funcionarios fueron asesinaron en Venezuela para
robarle el arma de fuego o su vehículo. En las últimas elecciones ocurrió él como
los malandros sitiaron a efectivos militares en centros de votación, para que entregar
su arma. Se pueden uds. imaginar la realidad de los hechos
El
viernes 5 de junio las bandas que operan en la Cota 905 de Caracas no sólo
demostraron su poder de fuego con armas de guerra, como fusiles y granadas, con
las que amenazaron con atacar el helicóptero de la PNB que intentó intervenir
en el rescate de los poli caracas. También mostraron su coordinación con las
agrupaciones delictivas que están asentadas en El Valle y El Cementerio, a
través de las comunicaciones que hicieron con radiotransmisores, cuya
frecuencia es escuchada y monitoreada por la policía. Bandas de esos sectores
se aliaron, en una especie de pacto de no agresión en relación al negocio de
las plazas de drogas para controlar más territorio y enfrentar ataques de
quienes consideran enemigos: policías.
"Los
delincuentes sacaban los cargadores de unos tobos. Logramos colectar más de
1.500 cartuchos de fal y AR-15. A través de los radios llamaron a sus aliados.
Contactaron a la banda de El 70 y a la del Primero de Mayo, que mantienen el
control en El Valle, y a la del "Gaspe? y a la del "Coqui?, que
operan en El Cementerio. En estas zonas los grupos se pueden desplazar
fácilmente. Lo hace la banda del Sanjón que opera en El Cementerio y se mueve
por la Cota 905, y también la del "Coqui?, señalada por el asesinato de un
PNB, que también opera en El Cementerio y ahora se desplaza por el barrio Las
Quintas?, relató un oficial de Policaracas.
Atajos
y uniones. Los delincuentes de esa zona levantaron una trocha por la parte alta
de las Torres de La Vega que comunica con la parte alta de El Valle, Las
Quintas y la Cota 905, señaló el funcionario. Vecinos de El Valle, El
Cementerio y la Cota 905 y funcionarios de Policaracas han modificado su rutina
desde que en estos tres sectores del sur de Caracas los grupos delictivos
lograron una coordinación. "En el barrio hay códigos impuestos por los
delincuentes que los vecinos hemos tenido que asumir.
Solo
queda una pregunta al estilo de la serie mexicana ¿Quién podrá defendernos, si
los cuerpos encargados de implantar la justicia, se encuentran muertos de miedo?
Entretanto los politiqueros solo hablan de las proximas elecciones para cargos
públicos, disculpen el retardo de los articulos, pero una bala perdida entro a
mi habitación y daño el computador.
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