LAUREANO
MÁRQUEZ
Mi muy querido y predilecto hijo pródigo: Sabes que
por ser Dios me encuentro en todas partes. Me calé completico tu discurso de
memoria y cuenta, cumpliendo con mi deber ineludible de ser omnisciente. En un
determinado punto –frente a las adversidades que se le avecinan al país por la
crisis de los precios del petróleo– te oí decir, haciendo uso de tu libre
albedrío: "Dios proveerá".
Mi pequeña y hermosa criatura. Yo ya proveí. ¿Es que
acaso no te has dado cuenta? Te explico, mi estimado moldeado del barro primigenio:
El día que creé a Venezuela la coloqué en la zona tropical, para que los
rigores del invierno y las nieves no les acosaran y el sol brillara todo el
año.
Sin embargo, les puse los Andes con nieves perpetuas
para que los maracuchos tuviesen donde pasar frío y usar guantes y gorritos
tejidos con orejeras. Las tierras de que les doté son fértiles casi todas. Los
llanos son propios para una buena ganadería. En las selvas costeras tienen el
mejor Cacao del planeta y donde cultivar un excelente café. Les di tierras
productivas en el sur del Lago, en los Andes, en toda la zona central.
Muchos ríos les hice, para que nunca les faltara el
agua. Es más, puse dos bien caudalosos uno al lado del otro, para que usaran
uno para producir electricidad y el otro -navegable- para que saquen los
productos de exportación mineral, que además los coloque al ladito del río para
que no hagan mucho esfuerzo en sacarlos.
Les di playas maravillosas para que lleven turistas:
Margarita, Los Roques, Morrocoy y la Gran Sabana con su Salto Ángel para que se
sintieran maravillados y orgullosos de lo que son.
En el subsuelo les puse las reservas petroleras más
grandes del planeta. Tienen también oro, aluminio, bauxita, diamantes y tantas
cosas más. Hijito bello: les mandé mensajes, les mandé personas, les envié
inspiración: Bello, Bolívar, Vargas, Miranda, Gallegos, Reverón, Picón Salas,
el Maestro Abreu, Zapata, Andrés Eloy, Soublette, Convit, Cabré, Davalillo,
Lauro, Simón Díaz, Dudamel... (La lista es larga y mis caracteres no son
eternos) y hasta Uslar con un mensaje: transformen el petróleo en otras formas
de riqueza, siémbrenlo.
Tesoro hermoso de mi corazón. Como si lo anterior
fuese poco, les acabo de enviar 15 años de la bonanza petrolera más grande que
ha conocido la historia de la humanidad. Multiplica, bebé: dos millones y medio
de barriles diarios X 100 X 30 X 12 X 15.
El resultado es el dinero que les envié, para que
convirtieran a Venezuela en un Paraíso Terrenal de abundancia y progreso.
Les di todo, Nicolás del alma mía, hijito tierno de mi
corazón: ¿Cómo te atreves a decirme que "Dios proveerá"? Mira, si en
algún proyecto tenía yo esperanzas era en Venezuela. Les va a costar mucho que
yo entienda cómo convirtieron una de mis mejores obras en esta ruina.
Lo siento, hijo, tengo que decirte que tu petición a
las finanzas celestiales también ha fracasado.
Mira, te doy un consejo, así de panita: sienta en una
mesa a Pedro Palma, Asdrúbal Oliveros, José Guerra, Orlando Ochoa y a Luis
Vicente León al que tanto mientas y diles que te den una lista de 10 acciones
urgentes para salvar al país de la debacle que le sobreviene y párales bola,
que te lo digo Yo, que ya veo lo que viene y no por ser Dios, sino por puro
sentido común.
A pesar de todo, te amo.
DIOS
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