LUIS
SOTO PIRELA
SEC.
GENERAL DE AD –CABIMAS-
CORREO luis_soto_pirela@hotmail.com
Al
hacer un recorrido por la ciudad y observar las calles, los edificios de
apartamentos y las casas de familias, nos damos
cuenta de la ausencia de los adornos que identifican la navidad, ya Cabimas está sin luces, ni los artículos que siempre han identificado a la
ciudad en la época decembrina. Cabimas fue un ejemplo nacional de laboriosidad
de las familias adornando sus residencias con luces de colores, música y otros
elementos que hacían el ambiente alegre, participaban jóvenes y niños en la preparación
de la llegada de la navidad y el año nuevo, era común ver colas de vehículos con
familias provenientes de otros lugares a observar las luces, pintura, adornos y
música, que identificaban residencias, calles y hasta urbanizaciones con
motivos navideños. Podemos recordar los premios que otorgaba la Alcaldía de
Cabimas a las calles mejor adornadas, había un jurado que se encargaba de todo
lo relacionado con las normas del concurso.
Todo
eso ha desaparecido de nuestra querida y apreciada Cabimas, sólo nos quedan las
calles adornadas con cráteres que desaparecen vehículos, ausencia de tapas de
cloacas que vomitan esencias putrefactas dañando la salud de grandes y chicos,
fallas eléctricas que producen daño en los artefactos y la oscuridad ampara a los delincuentes que
hacen de las suyas con la propiedad de los ciudadanos, roban escuelas, matan y
secuestran personas, asaltan residencias, comercios y vehículos, los vicios y el delito pululan por las noches
oscuras de la pobre ciudad, las colas para comprar alimentos y artículos del
hogar son kilométricas, ya no te adornan el taladro de PDVSA ni te contratan a
Barrio obrero para que te interprete las gaitas que te gustan, todo se ha
olvidado parece que no ya no eres la Cabimas petrolera, la que recibía la
navidad y el año nuevo con alegría, no tenemos Santa Claus ni arbolitos, el
nacimiento se quedó en Belén, los pinos canadienses no cruzaron el océano, sólo
te queda San Benito porque no has dejado
que lo utilicen como propaganda política, tu veneración ha sido más fuerte que
el interés de los filibusteros del gobierno.
¡Ay Cabimas! No encuentras quien se apiade
de ti, los últimos años han sido una horrible pesadilla, nadie te quiere
devolver lo grande que has sido, sólo te queda la esperanza de que pronto
vuelva la dicha y la prosperidad, como en otros años, no pierdas las
esperanzas, porque esas son las últimas que se pierden.
La ciudad y sus ciudadanos se resisten a aceptar
las dádivas que nos quieren entregar, para hacernos creer en las bondades de un
socialismo del siglo XXI, que ni es socialismo ni nos lo vamos calar durante un
siglo, 40 años fueron más que suficientes para aprender lo malo y lo bueno de
la democracia, si en 15 años estamos como estamos, en un siglo no debe quedar
un ser vivo sobre la tierra, sálvanos DIOS de esta horrible CHIKUNGUNYA BOLIVARIANA.
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