Artículo
Edición 875 - 25/10/2013
La calidad de vida del
venezolano ha venido deteriorándose en la medida en que escasean los productos
de primera necesidad, fallan los servicios públicos, la falta de empleo y el
acecho de la inseguridad, hoy en día las colas para comprar los alimentos son
comunes en todo el territorio nacional, se va la electricidad por horas y hasta
días, el agua llega sucia y con intervalos hasta de semanas, el aseo sigue
utilizando el mismo sistema desde hace mucho tiempo (pipas, camión, botaderos).
Los jóvenes que egresan de las universidades no tienen donde trabajar y optan
por un sueldo mínimo siempre y cuando estén cerca de su familia, diariamente
ingresan a las morgues de los hospitales cientos de personas que perdieron la
vida en manos del hampa y los sicarios, ¡Qué tiempos aquellos! Cuando
encontrábamos en los estantes de los comercios amplia variedad de productos para
nuestro consumo, era muy poco probable una falla eléctrica, el agua limpia de
los acueductos nuevos, pleno empleo para los jóvenes y el grupo familiar.
Funcionaban puntos de control y el patrullaje era permanente y efectivo, ¿Es
que acaso no recordamos como los trabajadores se cambiaban con facilidad de
empresa buscando mejores salarios? Con la reforma agraria y los
industriales agropecuarios se llegó a producir el 75% de lo que consumíamos,
hoy estamos importando el 90% de lo que necesitamos.
En otros tiempos funcionaban sin ningún
problema los partidos políticos, el venezolano se afiliaba a la organización de
su preferencia y los trabajadores participaban desde sus sindicatos.
Luis Soto Pirela
Email: Luis_soto_pirela@hotmail.com
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