Arnulfo Poyer Márquez
H
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ay
un argumento manoseado y anacrónico que maneja el chavismo, por puro mover
piezas, sin el interés, me parece, de avanzar en el objetivo –confuso- de
profundización en nada hacia el cambio radical que predica. Una guerra de
trincheras entre “opinadores” semejante a las de la primera guerra mundial,
para ver quién se cansa primero, donde por supuesto, el insurgente las lleva de
perder. Que, ojo, estar en el poder, no es ser victorioso de nada, el objetivo
de cambio radical de ser lo que somos a otra calidad de ser humano, es la
victoria, por lo tanto, el insurgente, ES en este caso, el gobierno. Por
ejemplo: la derecha detesta –ad litteram- esta constitución; siempre la
detestó. Esta democracia de elección directa le causa asco, cuando su deleite
es la representativa: que sean grupos, logias o partidos los que decidan por el
resto del país. No que la cantidad decida la victoria, aunque fuese ello la
lectura original (cuánto sienten no haber cambiado esa propuesta por la de los
colegiados, como en el norte). Tal cual lo pregona la derecha dizque usurpada,
no se puede igualar a cien votantes de un barrio a cien de una urbanización,
cuando estos de acá son los que llevan el control económico y aquellos son los
operarios, o sea, no pueden igualarse controlados y controladores, de dónde
acá. El rosario de razones puede concatenarse al infinito. Sin embargo podemos
tomar el atajo: ¡Somos Usurpadores de “su” sistema!
Es
ridículo preguntar que quién eligió a Carmona Estanga Presidente, si para la
derecha los usurpadores no son ellos, sino los chavistas. Ellos no tienen
porqué dar ninguna explicación. Que en qué artículos constitucionales se
basaron para montarlo jefe de este país, si la derecha lo primero que desea
hacer con esa constitución es quemarla; más ridículo pensar que la defenderían
en cualquier momento. Está claro que el aparataje de estos días es puro
histrionismo de divertimentos. “Yo soy Carmona” restriega descarada la Machado,
o lo que es lo mismo, “somos una diversión para atenazarlos”. Cualquier elemento
lo toman como pasatiempo para sumar y ganar indulgencias ante el ojo del norte:
a Bolívar lo encerraron en un sanitario de Miraflores; a Bolívar lo sacan como
“padre de la patria” para canalizar cualquier reflexión suya a favor de sus
filas.
Luego
es necesario, mejor, URGENTE, proporcionarle al país OTRA DISCUSIÓN: qué pasos
ofrecer para cortar la corrupción cancerosa que lo empantana en este período… y
cortarla para siempre. En el particular soy del particular de realizar una
buena purga. PDVSA, Corpoelec, CANTV, empresas de Guayana, como en las creadas,
en misiones, consejos comunales, etc. El país está infestado de la plaga
corruptiva. Hay que darle rango de peso legal a las contralorías populares, no
esa burla exhortativa, albañal y comedia para los mafiosos. Transnacionales del
agro que transforman en basura la mente de los trabajadores del campo a cambio
de aumento productivo, como las purgas asesinas del suelo Monsanto, Gramoxone,
Round-up, y que transforman a nuestras aguas dulces en cañerías naturales, eso
no es carrera a la potencia nacional. Esto tampoco es un exhorte: este gobierno
de punta a punta necesita una verdadera zurra en cuanto a la administración de
sus peculios. Hacer de ese deber desde la familia, la educación, fábricas, la
calle. También podemos concatenar al infinito las TAREAS REALES a discutir,
para hacer de veras una transformación real. Mal comienzo, mal método, mal
camino tomar como necesidades las que de antemano proporciona el sistema que
deseamos abandonar, cuando esas son necesidades paridas e impuestas para
sostener el capitalismo; qué ridículo, esto lo sabemos pero no lo aceptamos, no
lo predicamos para la vida diaria. Por ejemplo, enseñar a utilizar el
bicarbonato de sodio para la limpieza dental y estomacal. Inyectar por la
sangre de nuestros sentidos la bondad de las frutas. Pero no, cómo nos encanta
ascender en los peldaños del consumismo chatarra, y por encima sacralizamos
hipócritamente las palabras de Pepe Mujica como de un avatar: “¿Qué tal si los
millones de habitantes de la India desearían tener un automóvil, como lo desean
en Alemania?… o en Venezuela pudiéramos añadir.
Mientras
menos hagamos con lo que tenemos que hacer, y al contrario, participemos del
circo de discusiones, el país se “huerfaniza” de sus responsables; los
responsables usurpadores están pendientes del divertimento del poder económico
y financiero de los “usurpados”, y por otro lado, están siendo alimentados
mentalmente de las acciones y banalidades de éstos, de sus quimeras, no del
deber que les toca. Conclusión: son discípulos de los dizque usurpados.
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