Lic. Ma. Graciela Diaz
H
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ugo,
formas parte de esa saga folletinesca, que por años ha alimentado el
entretenimiento y el drama de los hogares venezolanos: la telenovela.
Hugo,
eres el propio personaje de novela, de culebrón: el niño pobre que vendía
empanadas, que lo crió una abuela, que ingresó a la Academia Militar, que juró
vengarse de todos aquellos que lo humillaron, para luego convertirse en
poderoso Presidente y acabar con todos los que un día, no se cuál, le hicieron
daño. Bullshit Hugo!
Eso
eres, el protagonista del culebrón. Y como todos los personajes
hiperbólicamente malos, terminas mal, enfermo y muerto. Esa es tu propia
novela, tu propio culebrón y el de todo tu reparto.
Sin
duda, este ha sido el culebrón más largo de la TV venezolana.
Desde
1992, en tu intentona, parte del guión, hasta 2012 en tu “novelesca despedida”.
Hugo,
no pienses que los venezolanos dignos, nos vamos a calar la segunda parte: “El
Sucesor”. Tu no tienes sucesor Hugo, porque este sistema, por más que lo hayas
destruido, hayas confiscado las Instituciones y hayas maquillado una vil
tiranía, con apariencia de democracia, ya llegó a su fin.
Con
tu desaparición terminaremos de escribir las páginas negras de la historia
contemporánea venezolana.
Ayer,
8 de diciembre, cuando te veía en los penúltimos capítulos de tu novela,
desmejorado, maltrecho, adolorido, con la procesión por dentro, me di cuenta de
lo miserable que es la muerte, ella acaba con todo: con los egos, con los
tiranos, con los misántropos, con los misóginos, con los tanatofóbicos, con los
déspotas, con los más poderosos, incluso con los más invencibles, como tu,
Hugo.
Tal
vez hasta habrás oído la voz del mal que te destruye, gritarte, mientras luchas
por tu vida: “exprópiese”, con esa arrogancia típica y usual de los que como “ella”
se saben poderosos.
¿Sabes,
Hugo?, reviso por dentro mis sentimientos y sinceramente siento por ti la misma
piedad, la misma misericordia, la misma compasión que sentiste, cuando
desmantelaste el Congreso y dejaste a miles de venezolanos sin empleo, y con
carreras truncadas.
Siento
por ti Hugo, lo mismo que sentiste, cuando con un pito, en tus acostumbradas
cadenas, violaste la Meritocracia y echaste de la manera más vil a los
empleados de PDVSA.
Hugo,
por ti siento, lo mismo que sentiste, cuando enviabas a tus delincuentes
facinerosos a agredirnos en marchas, en plazas y en concentraciones. Y ¿Qué me
dices de la lista del que ahora te espera en el inframundo, para compartir
llamas a tu lado, muy al estilo de la Divina Comedia: la lista Tascón?
¿A
cuántos les robaste su empleo? ¿A cuántos nos buscaste en la listica antes de
leer credenciales? ¡Eso sí es fascismo Hugo, y del puro!
También
siento por ti, Hugo los mismos sentimientos, qué sentiste, cuando de la forma
más ruin y endemoniada, enviaste a VIOLAR a la Juez Afiuni, eres una bestia
Hugo, eso eres!
Y
qué me dices de todos tus viles secuaces de toga y birrete, como Maryorie
Calderón, le clavaste 30 años a hombres como Simonovis, Vivas, Forero y otros,
que sólo nos habían defendido de tus propias balas Hugo, sí cuando mandaste a
matarnos a mansalva con el Plan Avila el 11 de Abril 2002.
Siento
por ti Hugo, los mismos sentimientos que sentiste cuando APAGASTE los sueños,
de todos los trabajadores de RCTV y mandaste a perseguir a periodistas dignos
hasta quebrarlos económicamente, pero moralmente NUNCA pudiste; ellos fueron
nuestros mentores, los que nos enseñaron con su coraje, valentía y dignidad que
jamás nos arrodillaríamos frente a tu látigo dictatorial.
Imagínate
Hugo, hoy siento por ti lo mismo que sentiste cuando mataste y dejaste morir:
Franklin Brito, ¿Te suena, Hugo? A todos los que nos echaste gas del bueno, a
todos los que enviaste a tus mazmorras y al exilio.
Siento
por ti Hugo lo mismo que sentiste, cuando sembraste el terror, el pánico y la
zozobra, a todos los que hoy somos víctimas, de tu hamponil política de Estado:
La Inseguridad.
Ahora
que estás próximo a partir Hugo, ¿Por qué no revelas a cuántas consciencias
compraste y cúanto te costaron? Tal vez tengas un tiempito extra.
Ese
mismo tiempito que NO TIENEN los pobres venezolanos enfermos de cáncer, que a
diferencia de ti, deben hacer colas desde las 3:00 de la madrugada, para que
los atiendan y les realicen las quimios y las radios, tratamientos que no
pueden pagar, porque los empobreciste más de lo que eran, porque no les construiste
hospitales, ni viviendas, ni escuelas, ni universidades, Ah. Hugo, ¿Entonces?
Tu,
de pana creíste que después de toda esta letrina, ibas a pasar liso?
Noo,
Hugo, tu puedes corromper y envilecer a Luisa Estela, a Luisa Ortega, a Iris, a
Tibisay, a María Eugenia, a Isabel González, a Mario, a Izarrita, a Rangel
Silva, al general eructante, a Aponte Aponte, a muchos Hugo, pero a Dios, a
Dios NO Hugo!
Pero,
¿Sabes Hugo? Yo pertenezco a esa Venezuela que no se corrompió, ni envileció,
ni se arrodilló.
Yo
pertenezco a la Venezuela que lucha, que trabaja, que se esfuerza, a la
Venezuela DIGNA a la Venezuela DECENTE. A la Venezuela que siempre ha alzado la
voz, más alto cuando tu gritabas.
Yo
pertenezco a esa Venezuela que NUNCA se arrodillará frente a la tiranía, a esa
Venezuela que a pesar de ti y toda tu TRAICIÓN aún vislumbra FUTURO.
Yo,
al igual que millones Hugo, pertenezco a la Venezuela que late, que aún tiene
Vida que aún tiene Sueños. A la que ama a su hermano con todas sus diferencias.
TU,
Hugo vas de salida y sobretodo de Partida, NOSOTROS los DECENTES, los DIGNOS,
los BUENOS nos quedaremos a reconstruir y limpiar lo que Tu embasuraste durante
estos terroríficos 14 años.
Nos
quedaremos al frente, enseñándoles a nuestros hijos, sobrinos, nietos, que
JAMÁS crean en “Mesías de Túnicas Verde”, ni en socialistas buchones, ni en
Revolucionarios Hampones, sino por el contrario, que crean en la LIBERTAD, en
la PATRIA, en estadistas, en ELLOS MISMOS, en la MORAL, en el SACRIFICIO, en la
PREPARACION y en el TRABAJO.
¡Adiós,
Hugo HASTA NUNCA!
yragra13@hotmail.com>
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