Ya falta menos
Iván Olaizola D’Alessandro
El
oro es de Limardo y de Venezuela toda, no de la revolución comunista. Que quede
claro
A media que avanza la campaña
electoral las cosas se van aclarando. La forma de hacer campaña del candidato
de la unidad democrática, primero un casa por casa y ahora un pueblo por
pueblo, por lo que se ve, se nota, se respira, está dando buenos resultados. El
flaco, como el pueblo lo ha dado en llamar, está haciendo una campaña que
rebosa energía, vitalidad, juventud, pero fundamentalmente está usando un
discurso y un actuar de respeto hacia el contrincante, de respeto hacia los que
no lo apoyan y hacia los que apoyan a otros candidatos, en resumen de respeto
hacia la ciudadanía. Con sindéresis en su discurso. Haciendo sus propuestas de
solución a los problemas que las diversas comunidades le plantean, porque está
usando una modalidad nueva de campaña electoral: primero oír a los que acuden a
sus mítines y concentraciones y luego de mutuo acuerdo tratar de generar las
posibles soluciones adaptadas a cada lugar. Verdadera democracia participativa.
Pero también está dando a conocer su programa de gobierno, en una forma por
demás muy didáctica, donde plantea las grandes soluciones, las macro, que no
han sido inventadas o paridas por él solo, sino que son el resultado de muchos
meses de trabajo de un inmenso equipo interdisciplinario. Como debe ser. Así le
hemos oído planteamientos concretos de cómo se resolverá el grave problema de
inseguridad que azota a todos los que habitamos de este país y que enluta
diariamente a muchos hogares. Igualmente ha planteado las soluciones que su
programa de gobierno presenta para la educación, la salud, la producción
agrícola, manufacturera e industrial, de la inflación, el manejo de PDVSA, las
soluciones habitacionales, el problema energético, la propiedad privada, la
vialidad, la descentralización, la corrupción, de las cárceles. Ha tocado el
delicado tema de la FANB y les ha asegurado devolverles el respeto que se
merecen, como importantísima institución del Estado, despolitizándolas,
despartidisándolas y desbuhonerizándolas, que de nuevo regresen a sus cuarteles
estando prestas a defender la república. En ningún momento ha ofendido a
candidato alguno, en ningún momento ha amenazada a alguien. Todo un candidato
caballero o un caballero candidato.
Pero el otro, hay el otro, violando
descaradamente todas las leyes y disposiciones electorales, en especial el
acuerdo que él mismo le ordenó al CNE que propusiera. Abusando del poder y
haciendo uso desproporcionado de los recursos del Estado. Insultando,
amenazando, descalificando, encadenándose a cada rato, usando los canales de TV
y emisoras y diarios del Estado para su propio provecho electoral. Haciendo
campaña en los cuarteles, en colegios, usando niños y paremos de contar. Y el
CNE bien gracias, y el TSJ bien gracias y la Contraloría, la Defensoría y el
Fiscalía si te he visto no te conozco. Y de programa de gobierno qué. Bueno las
misma promesas, incumplidas, de hace 14 años. Los mismos cuentos de las tres
raíces, de Maisanta, del Imperialismo, de la burguesía, de la derecha, del
golpe y del paro. Voy a hacer, voy a resolver, les prometo “por este puñao de
cruces”, o “me cambio el nombre”. “Si yo fuera ustedes también reclamaría
soluciones”. El colmo del cinismo. La nueva independencia, el nuevo Bolívar.
Por cierto ahora zambo por obra y gracia de la revolución. En socialismo todo se
resuelve, tengan fe. Con mi padre Fidel saldremos adelante. Farsante. El
comunismo y los comunistas nunca han resuelto nada, todo lo contrario, lo han
empeorado todo. Han acabado, han destruido, han sacrificado a los pueblos en
donde por desgracia han gobernado.
Pero aquí se les está acabando el
tiempo. Ya las encuestas, hasta las propias del gobierno y las que pagan se lo
están diciendo, así José Vicente Rangel se empecine en sostener lo contrario en
sus muy particulares encuestas dominicales. Como bien dice la gente en las
calles, el pueblo: se ve, se siente, Capriles presidente. Y el 7-O, el día de
la gran encuesta, veremos hecha realidad la aspiración de este pueblo
maltratado y engañado. Ese día despertaremos de esta horrible pesadilla que
casi destruye nuestro país. Lo comunistas pa’cuba, los demócratas a trabajar
por Venezuela.
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