Elecciones a la medida de Nicolás Maduro carecen de garantías


La presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Tibisay Lucena (d), habla durante una rueda de prensa junto a la rectora Sandra Oblitas (i) el miércoles 07 de febrero de 2018, en Caracas, Venezuela. EFE/CRISTIAN HERNÁNDEZ

 **En total el CNE se tardará apenas 74 días en organizar la elección presidencial, lo que representa un vulgar ventajismo y un obstáculo para que se realicen las pruebas al sistema

Por Eugenio Martínez

CARACAS/DLA/13-02-2018.- El secreto a voces sobre la fecha de la elección presidencial finalmente se confirmó la semana pasada. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó la votación para escoger al Jefe de Estado de Venezuela para el 22 de abril, ocho meses y dos semanas antes del momento en que el presidente electo para el periodo 2019-2025 tome posesión del cargo.
Aunque la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre) que aprobó el chavismo en el año 2009 no establece taxativamente el momento en que se debe efectuar la elección, será la primera vez en la historia democrática del país que el evento presidencial se realice con tanta antelación a la fecha de toma de posesión. Según el artículo 231 de LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA el candidato elegido deberá tomar posesión del cargo de Presidente el 10 de enero del primer año de su periodo constitucional. Esto significa que aun perdiendo en la elección del 22 de abril, Maduro se mantendrá como Jefe de Estado venezolano durante ocho meses y dos semanas.
En total el CNE se tardará apenas 74 días en organizar la elección presidencial, tiempo que contrasta con el cronograma que se utilizó para preparar la elección presidencial del año 2012 cuando el CNE necesitó 192 días desde la convocatoria hasta el momento de la elección.
No obstante desde el chavismo se aseguró que sí es viable organizar los comicios en 74 días y colocan como ejemplo la elección presidencial sobrevenida de 2013, evento que se organizó en solo 45 días. No obstante, sobre este precedente se debe alertar que fue posible organizar los comicios en mes y medio porque el CNE re-utilizó la mayoría de los elementos de las elecciones de 2012, lo que le permitió no ejecutar, entre otros procesos, el sorteo y adiestramiento de miembros de mesa, la actualización del Registro Electoral y las 19 auditorías al sistema automatizado de votación.
10 ELECCIONES FUERON EN DICIEMBRE
La votación convocada por el CNE para el 22 de abril será la décimo cuarta elección presidencial que se celebra en Venezuela después de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958.
De los 14 eventos presidenciales que se han celebrado en el país solo cuatro (incluyendo el del 22 de abril) no se realizaron en diciembre, mes previo a la toma de posesión.
El primer caso fue la llamada “megaelección” para la relegitimación de todos los cargos de elección popular que se celebró el 30 de junio del año 2000 como mandato impuesto por la aprobación de una nueva Constitución. El segundo caso de una elección presidencial que no se celebró durante el último mes de año fue el proceso celebrado el 7 de octubre de 2012 y el tercer precedente es la elección presidencial de 2013, convocada para el 13 de abril por la muerte del presidente Hugo Chávez.
Para el rector del CNE Luis Emilio Rondón la decisión del organismo es inconstitucional porque obedece a la orden emanada por la Asamblea Nacional Constituyente, violando la Constitución vigente.
Rondón, la única voz disidente del chavismo dentro del organismo comicial venezolano, explicó: “Cuando vemos que una instancia distinta al CNE convoca y le ordena al CNE, en desconocimiento de las variables e imponiendo un adelanto de fecha, se perjudica el proceso electoral y se crea ventajismo, los distintos actores políticos no podrán estar en igualdad de condiciones”.
Por su parte, desde el Observatorio Electoral Venezolano se advierte que aunque “la constitución venezolana no establece días específicos para la celebración de comicios, sí lo hace para la toma de posesión de los cargos, por esta razón, y siguiendo la tradición electoral que se ha tenido en el país, las elecciones presidenciales deberían realizarse el domingo de la primera quincena de diciembre del año inmediatamente anterior a la finalización del período constitucional correspondiente. La convocatoria de cualquier comicio debería fijarse y publicarse con un mínimo de seis meses de anticipación”.
CAMPAÑA EXPRÉS
El anuncio realizado por la presidenta del CNE Tibisay Lucena violó el artículo 42 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales en donde se establece que al momento de la convocatoria debe divulgarse el cronograma de actividades para organizar el evento comicial.
Esta omisión hace imposible saber cuáles de las 19 auditorías mínimas necesarias al sistema automatizado de votación serán autorizadas por el organismo comicial, tampoco es posible conocer si el CNE admitirá la presencia de observadores nacionales que puedan monitorear la votación presidencial y mucho menos se conoce si se solventarán los inconvenientes con el sorteo de los miembros de mesa.
En los comicios regionales de octubre y en los comicios municipales de diciembre la mayoría de los miembros de mesa no fueron ciudadanos sorteados aleatoriamente sino que eran militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela. La presencia de militantes en las mesas permitió, entre otros casos emblemáticos, las practicas que provocaron la manipulación de los resultados en el estado Bolívar (con la complicidad de los miembros de mesa se impidió la transmisión automatizada de los resultados, mientras los integrantes del Plan República y las autoridades regionales del CNE modificaron manualmente el cómputo de los resultados para proclamar vencedor al candidato del PSUV).
No obstante, a pesar de la omisión de divulgar el detalle del cronograma electoral Lucena sí precisó las fechas en las que se realizará la campaña presidencial. Según su anuncio las actividades de promoción de candidaturas estarán limitada al periodo entre el 2 y 19 de abril. Aunque Nicolás Maduro inició su campaña electoral hace varias semanas, la autoridad electoral limitará a los eventuales candidatos de oposición que se presenten a este evento a realizar campaña durante 17 días. Este lapso, hace inviable, por ejemplo, que un aspirante presidencial distinto a Maduro puede recorrer los 23 estados del país, a razón de un estado por día de campaña.
La premura para organizar la elección tampoco permitirá que se realice un operativo de actualización del Registro Electoral. Según Lucena se utilizará el corte del RE al 20 de febrero, lo que implica que los ciudadanos tiene solo 10 días (incluyendo los 2 del asueto de Carnavales) para inscribirse o actualizar sus datos en la base de datos de votantes. En el caso del RE en el exterior, los 700 mil electores potenciales disponen solo de 10 días continuos para poder demostrar que poseen residencia legal en el país en donde se encuentran para inscribirse y votar. Al momento de redactarse este texto apenas cuatro misiones diplomáticas de Venezuela, de las 125 que existen procesan las peticiones de inscripción de nuevos votantes.

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