PROF. LUIS SOTO PIRELA
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lgunas opiniones se salen del contexto de
lo que realmente son las relaciones humanas y políticas, llegan inclusive hasta
el sectarismo, pretender que todo el mundo viva, opine, sufra, se relacione y
busca las soluciones exactamente igual a como actuamos nosotros los
venezolanos, es una pretensión que no comparto y pienso que nos ubicaría casi
en el plano del fundamentalismo.
Se
vienen haciendo críticas al Vaticano porque su representante diplomático estuvo
presente en la entrega de la memoria y cuenta del Presidente ante el TSJ, hasta
se sostiene que el Vaticano no es confiable en la mediación, este problema
también se manifiesta en las críticas a la MUD y a la AN, eso lo que hace es
deteriorar la imagen de unidad, pareciera que es una avanzada de francotiradores
del gobierno contra la oposición.
Lo lamentable es
que variados ignorantes políticos se prestan para el macabro juego de los
comunistas, decir que el Vaticano pudiera estar de acuerdo con este gobierno social
comunista, es como decir que Dios está de acuerdo con el diablo, no tiene
ningún asidero político tales aseveraciones, como se puede criticar a Aldo
Giordano porque asistió al acto señalado, se tendría que decir lo mismo de
todos los diplomáticos que cumpliendo con su deber asistieron a lo mismo.
La diplomacia mundial no entra en contradicción,
cuando sus representantes en países donde las ideologías o doctrinas políticas
no coinciden con las del país que representan y estos acompañan a los
gobernantes de los países sedes en sus actos oficiales, indistintamente sean
violatorios o no a sus normas y leyes, eso es problema de los naturales de ese
país, cuando existen violaciones a los derechos internacionales, tales como los
humanos, libertad de expresión, comercio y otros, se procede a presentar las
observaciones por escrito y por la vía diplomática, no es lógico que un
representante diplomático actúe exactamente igual que un político local, pensar
eso es supina ignorancia de las relaciones internacionales.
La iglesia
venezolana no puede estar desligada de la interpretación que tiene el Vaticano
del problema venezolano, podemos observar como los curas, obispos y cardenales
venezolanos le están “roncando en la cueva” al gobierno, eso desde la época de
Monseñor Arias Blanco no se veía en el país, por tal motivo no veo con ninguna
simpatía, las impertinentes opiniones de quienes con toda seguridad, en la
mayoría de los casos, votaron por Chávez la primera vez para instalarlo en el
gobierno, ahora para purgar sus errores, quieren ser más opositores que Leopoldo, Capriles, Ramos Allup.
Ledezma, etc .
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