La actual crisis en Venezuela es la crisis de un capitalismo putrefacto, parasitario y corrupto



*Después el referendo, lo que más debe importar al país es si se continuará con el modelo de capitalismo parasitario y corrupto imperante desde Guzmán Blanco hasta el gobierno de Nicolás Maduro

P
ara la gran mayoría de venezolanos, estimado en un el 90 %, el referendo es solo un episodio político transitorio, pero trascendental, que definirá si Nicolás Maduro se queda o se va de la Presidencia de la República. Lo que más debe preocupar al venezolano es si después de la consulta referendaria, Venezuela va a continuar con el capitalismo parasitario y corrupto implantado durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco e imperante hasta hoy.
Con el capitalismo parasitario y corrupto, se han enriquecido de forma ilícita las cúpulas de los gobiernos y de los partidos políticos. En este historial se incluyen los gobernantes desde José Antonio Páez, pasando por Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez, Marcos Pérez Jiménez, y los gobernantes y cúpulas de los partidos políticos AD y COPEI, y luego los dirigentes más viejos de sus ramificaciones partidistas Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y otros, y más recientemente los verdi blancos que han gobernado con el MVR y el PSUV. Las generaciones más viejas de las oligarquías  disfrutaron de ese capitalismo que parasitó a esos grupos oligarcas, entre ellos, los Mendoza, Volmer, Zuloaga, los Capriles, Tinoco, Cisneros, López, los Lapis, Vinicio Carrera,  Diego Arria, Mezerhane y unas cincuenta familias súper privilegiadas más ricas de Venezuela.
Las nuevas generaciones descendientes de los viejos oligarcas están hambrientos de asumir la conducción del Estado venezolano para continuar usufructuando los recursos del país a través de sus viejos y nuevos partidos políticos, quienes se han planteado desplazar a la nueva oligarquía del PSUV formada en 18 años.
Ni los partidos de la MUD, ni el PSUV, ni los minúsculos partidos del “Mini Polo Patriótico” están interesados en cambiar ese arcaico modelo político, económico y social, porque su visión y misión es continuar con el parasitismo que se vistió en 40 años de democracia formal representativa, y en los últimos 18 años, con otro disfraz de una democracia que en apariencia es participativa, pero en la práctica ha sido también representativa renovada con un falso socialismo.
Después del referendo, hay una oportunidad de cambiar éste capitalismo parasitario y corrupto por un nuevo orden político. Los políticos no deben servirse del Estado, al contrario, como sociedad política deben servir a la sociedad civil, al país y al Estado. La sociedad civil debe ser participativa en las decisiones que tome la sociedad política y en la contraloría y la vigilancia del desempeño de los políticos en funciones públicas. Esos son parte de los principios de la teoría bolivariana que fundamentaron los filósofos y políticos revolucionarios marxistas Pedro Duno, JR. Núñez Tenorio y Kléber Ramírez (Redactor de las bases programáticas de la insurrección del 4 de Febrero de 1992); entre otros. Si estos camaradas hoy estuviesen vivos, le hubiesen pedido la renuncia a Nicolás Maduro a la presidencia de la República.Todo el ejercicio y esfuerzo teórico que ellos hicieron, conjugando el marxismo con el bolivarianismo, se perdió con la llegada al poder de unas hienas devoradoras del erario público, desvirtuando el programa bolivariano original.
Han pasado, desde 1830, 186 años de vida republicana, en la cual los políticos y militares han usado la política para convertirse en oligarcas; y los empresarios han incursionado en la política para fortalecer sus feudos. Para cambiar el carácter parasitario y corrupto del capitalismo, hay que cambiar el modelo de la política. Los políticos deben ser un sector virtuoso de la sociedad política, especializado en ser servidores públicos, no al servicio de sus propios intereses, sino al servicio de la patria y de la sociedad civil. La dislocación y la tergiversación de la política han traído como consecuencia todos los males acumulados que han desembocado en ésta gigantesca crisis económica, social y política del país.
El Movimiento Popular Democrático, MPD, pone en alerta a los venezolanos para que, con sus movimientos sociales se organicen y no permitan que los partidos políticos, que han defraudado la esperanza y arruinado al país en 56 años; le arrebaten nuevamente el sueño de construir en Venezuela un Estado verdaderamente Social de Derecho y de Justicia, con una prosperidad y una moral y ética compartida. El MPD aspira aglutinar a todos los sectores sociales democráticos y participar con ellos en los procesos electorales y ser una verdadera opción democrática frente a la MUD y al PSUV.
MOVIMIENTO POPULAR DEMOCRÁTICO, TRUJILLO, 09 DE AGOSTO DE 2016.

“Los partidos políticos no son instituciones permanentes, tienen vigencia en determinado momento; luego su razón puede desaparecer, para convertirse en verdaderas empresas expoliadoras de las necesidades y esperanzas populares, son epifenómenos, cambian sus líderes y sus plataformas”
Kléber Ramírez Rojas

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