PROF. LUIS SOTO
PIRELA
EX JEFE DE LA ZONA
EDUCATIVA DEL ZULIA
Correo: luis
_soto_pirela@hotmail.com
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stuve
en el punto de revalidar las firmas para el revocatorio en Cabimas, allí pude
observar a los supervisores del Municipio Escolar de Cabimas, vigilando y
anotando a los educadores que revalidaban la firma, esa misión policial fue
encomendada por los Jefes Educativos de este Estado Zulia, la Zona
Educativa y el Municipio Escolar, ellos
en verdad no son supervisores clasificados, son encargados de sectores
escolares que en vez de estar preparándose curricularmente para justificar su
clasificación como supervisores, visitando las escuelas y liceos para
fortalecer el servicio educativo, están vigilando la asistencia de los
educadores democráticos que vinieron a revalidar su firma para él revocatorio,
con esa actitud amenazante y policial están demostrando lo único que saben
hacer, mientras la educación venezolana anda a la deriva, los poli supervisores
pierden horas y horas de labor vigilando quien firma y amenazando a sus colegas
para satisfacer a sus jefes.
Yo los observé con mucha atención y estuve
al lado de donde tenían un toldo para realizar su nefasta y anti gremial
actividad, por estar de adulantes y arrastrados, están cavando su propia fosa como profesionales de
la docencia, también fueron tomados sus nombres, eso me lo informaron algunos
colegas, porque sus nombres quedaran reseñados para cuando llegue el final de
este incompetente, autoritario y tiránico gobierno, serán recordados para regresarlos a sus
sitios de origen de donde nunca deberían haber salido.
La
educación en el estado Zulia está viviendo momentos de crisis, hay más de
10.000 funcionarios entre docentes, administrativos y obreros que trabajan y no
cobran, pero hay otro tanto que cobra y no trabaja, a eso es a lo que se
deberían dedicar estos poli supervisores, a resolver el problema de esos
trabajadores que no ven el día en que lleguen sus sueldos, de la misma manera
hay más del 80% de los institutos educativos en el Zulia en estado deplorable,
el hampa y la negligencia de sus directivos los ha llevado al más absoluto
abandono, quienes sufren las consecuencias inmediatas son los estudiantes, si
estos poli supervisores hicieran su trabajo profesional como es debido, se
justificaría su clasificación y estaría asegurada la buena educación para
nuestros hijos y nietos. Pena y
vergüenza da llamarlos educadores.
Parece ser que las instrucciones del
gobierno, no solo fueron para los trabajadores de la educación, también pude
observar como otros entes gubernamentales también tenían a sus sapos en la
misma función, vigilar, anotar, amedrentar, señalar, ese era el trabajo. Toda
esta actividad era controlada directamente con la presencia de los propios
jefes de los entes gubernamentales.
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