El chavismo no es socialismo



Prof. Luis Soto Pirela
luis_soto_pirela@hotmail.com

L
eí un artículo de la gente del diario Aporrea donde se dice: "el socialismo no se aprende en la academia militar, porque allí no enseñan socialismo, se aprende en la lucha sindical, en las ligas campesinas y en los centros de estudiantes", ciertamente  es allí donde se bate el cobre para ser socialista, es allí donde se aprende a vivir en socialismo, allí se aprende a dialogar para buscar el bienestar social, el socialismo no es disciplina militar, el socialismo es oportunidad para discutir los problemas y buscar las mejores soluciones, socialismo no es mesianismo, socialismo es la búsqueda del bienestar colectivo.  El Chavismo o Socialismo del Siglo XXI no es más que un enunciado para adornar los discursos del Mesías de Sabaneta, lo lamentable es que muchos izquierdistas de viejo cuño vieron en el ungido de Marx, la oportunidad para hacerse de un cargo en el gobierno, lo que no pudieron lograr durante mucho tiempo, incluyendo el esfuerzo guerrillero, tanto en el monte como en la ciudad, toda la década del 60 y buena parte de la del 70 estuvieron en la búsqueda de derrocar los gobiernos democráticos, aun a costa de muchas vidas inocentes. En el campo sindical y campesino fueron barridos por los partidos democráticos, tuvieron ciertamente importancia en el sector estudiantil, pero  en los colegios profesionales tampoco logró destacarse su dirigencia, después de la pacificación iniciada por Rafael Caldera, continuada por Carlos Andrés Pérez y Luis Herrera Campins, esos izquierdistas bajados de la montaña y retirados de las acciones subversivas urbanas, poco a poco se fueron incorporando, con reservas, a la vida democrática, algunos hasta llegaron a desempeñar cargos de gobierno.  El 4 de Febrero de 1992 le abrió las esperanzas a quienes durante mucho tiempo y amparados en las bondades del parlamento, habían sobrevivido dentro del sistema democrático, siempre conspirando contra el mismo, inmediatamente establecieron contacto con el aventurero paracaidista, viendo en él la oportunidad que les había negado su descabellada acción guerrillera. Desde ese momento dejaron la ortodoxia marxista a un lado y comenzaron a andar por el camino señalado por el militar golpista, solo algunos como Teodoro Petkoff, Américo Martín, Moisés Moleiro, desde un principio, posteriormente Douglas Bravo y Julio Escalona marcaron distancia  con el discurso del usurpador del Libertador.
Mucha razón tienen los amigos de Aporrea cuando señalan que nada tienen que ver con el Socialismo del Siglo XXI, no quieren ellos que los confundan con ese mosaico seudo filosófico que mezcla el marxismo con el militarismo, populismo, clientelismo, demagogia y todo ese gamelote, supuestamente doctrinario, que pregona el Chavismo. Los izquierdistas oportunistas poca importancia le dan a las incongruencias doctrinarias, aceptan de muy buena gana la unión del marxismo-socialismo con el militarismo autoritario, cuestión que los llevó en la década del 60 y 70 a mantener acciones guerrilleras en las recordadas montañas del Bachiller, Humocaros, Urica, Boconó, San Luis, La Azulita, Duaca, asaltos a bancos para financiarse, el Tren el Encanto, apoyo al Carupanazo, el Porteñazo y el Barcelonazo.   

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