UNIFORMES, LIBROS Y ÚTILES ESCOLARES



PROF. LUIS SOTO PIRELA
CORREO:   luis_soto_pirela@hotmail.com

D
urante muchos años la compra de los uniformes, libros y útiles escolares para nuestros hijos, fue una experiencia muy hermosa y era esperada por los padres para comprar a sus muchachos lo mejor y lo más novedoso de mercado, había abundancia de productos y precios solidarios, los almacenes o distribuidoras de uniformes hacían sus pedidos desde el mes de Marzo, las librerías solicitaban también los libros y útiles con suficiente tiempo, de tal manera que el mes de Octubre no sorprendía a nadie con el inicio del año escolar. Tuve la oportunidad de dirigir la Oficina Nacional de Comunidades  Educativas del Ministerio de Educación desde Septiembre de 1986 hasta Diciembre de 1991, fueron 5 años al frente de la ONCE, desde allí se coordinaba todo lo relacionado con matricula y mensualidades, uniformes, útiles, textos, cantina escolar, administración de los fondos creados por los aportes de los representantes, transporte escolar, mantenimiento de los institutos educativos, vigilábamos el cumplimiento de los programas sociales, tales como, vaso de leche, beca alimentaria, galleta, roperos escolares y otros programas que se desarrollaban en los colegios. Desde la ONCE se programaban ferias escolares con algunas empresas distribuidoras de esos utensilios, se acordaban los precios y se vigilaba su cumplimiento, los propios padres y representantes a través de la Junta Directiva de la Comunidad Educativa se convertían en vigilantes de los precios y que estuviese surtido el sitio donde se desarrollaba la feria. Había dólares para resolver el problema de las importaciones y a los comerciantes se les facilitaba el retiro de constainer en las aduanas, todo eso se hacía desde el gobierno sin distinguir si el comerciante era rojo, verde, azul o amarillo.
Hoy estamos en la “carraplana”, no hay artículos escolares, textos ni uniformes, los que existen son de mala calidad y los precios están por las nubes, no hay dólares para importar y los comerciantes que se atreven a utilizar el dólar libre tienen que “bajarse de la mula” para poder retirar la mercancía de las aduanas, los libros tienen que ser los recomendados por el gobierno Bolivariano con literatura socialista y alusiva a Cuba, Rusia, Iran, China y Bielorrusia, si alguien tiene un libro escrito por Ramón J. Velázquez, Rómulo Gallegos, Eduardo Blanco, Rufino Blanco Fombona o Arturo Uslar Pietri, ese libro no está autorizado y el maestro o profesor no puede recomendarlo, las cosas andan tal mal que escuche a la Jefe de Zona del Zulia decir que los alumnos pueden asistir a clases con  cualquier vestido, parece ser que esta Jefe de Zona no sabe que los uniformes se establecieron para mantener la igualdad entre los niños, que no se note la diferencia entre el pobre y el rico, siendo además mucho más económico asistir con uniforme, asistir con otra ropa implica que se nota el vestido repetido diariamente, cosas locas como esta solo salen de las mentes de funcionarios bolivarianos, que saben de educación lo que un mecánico puede saber de medicina.

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