EL ARTE DEL SOÑADOR




Voliciones de un diálogo
Règulo Josè  Santos  E/C
@Versoenprosa
Trujillo
¿Cuál es la volición sustancial referente a lo lirico? Palabras que vuelan como los cavilares hilvanan la ilusión desgarro tras aquel barranco.
Declinamos entre vértices simétricas que hace aùn más bullente la planicie nostálgica; certera de prorrumpir la colmena del alma y no aupar el singular encuentro espontàneo.
Un privilegio con su engoleta interna, la tijùa  huele a reminiscente, visaje de piedra dorada siento el espiritu sobre la página ausente del escueto farfallón.
Vigila la cobija estrecha y apogeada a veces  deseo rozar con el tordo del ser ante un crujido de horqueta asciendo en suspiro, voy frondosa por la comarca con que reiteras al aviario para que continúe allí expósito a la belleza y roce con el beso desértico desde el visaje donde  residimos.
Ensimismado al chubasco se delezna la ranura exasperada de arcilla ¡Cuando fue tuyo! Solo de algún nidal refleje como polvareda en la sombra exquisita sin entenebrecer la lágrima al divisar donde oigo el valentón sentimental del pajui que  ocasionalmente tiene una herbácea blanca con variedad de hojas fogosas y un aroma a espina olor al que traía decameron.
Medita en silencio lo que sueña el utópico y dialoga en confianza como quien dormita sobre labios utópicos, ficticios  o factibles, a la costumbre de embalsarnos y estremecernos.
    Una flor coloreada de madrigal tiende a embelesar los corazones de quien aman sin recelo, mentira ni traición menos lo hegemónico  ¡Todo con amor! No importa que seamos payasos, se cometan locuras, nos ilusionamos a pasionadamente, lleguemos a los extremos, en fin es parte del escenario teatral de la vida la cual esboce de forma locuaz pinceladas sobre el bastidor empírico donde fluye la inspiración del verso en prosa y se logre lo estético en escala musical a ritmo andantino en clave de sol, sin bemoles-becuadros y sin copas.





 Entremeses de un diálogo

 Règulo Josè  Santos E/C
Trujillo

B
oceto entre palabras efusas un mensaje con destino  público sin tapujos, asechanzas ni lenguaradas de ningún índole menos granujas displicentes, tampoco inferir contumelias; en fin, complementar fisuras en tonos escalenos con adhesión a lo filántropo.

¡Mi arte no se basa en la argucia!

Cruenta frugal sea para quien converge la fruslería, cuantioso arrebato induce el frontispicio galvano, arbusto fútil que genera garùa en lapso tunante ¡Que gazapo he adocenado!
La barbarie se refugia en lo andrajo y adversa la bizarro, el extravagante azuza la destemplanza.
Donde imbuir el entremés satírico que concibe la miscelánea ante  lo embrollado silente, soslayo cualquier ramplón que degrade la rambla ¿Cuál sincope señala al sopetón?
Ungido con vesania soez tramo la escoleta rancia rastreando las hendijas rítmicas alojadas tras el acoso fastuoso  acerado por la turbina casta que orienta mi espátula viajera.
Cubierto con vestimenta labrada de colcha zapuzara  parodio con la ninfa sentimental compañera de destino en luchas, victorias y sin sabores.
Deslizo la pantufla al avance trementino sobre el epicentro onomástico, desistí del orfeón querelloso reciclando la nimiedad, arguye el caracoleo ensayista en son moderato para invocar a la pitonisa que mistura la fisonomía airosa.

Comentarios