PARANINFO



El 23 nos pertenece, no les pertenece

Iván Olaizola D’Alessandro

A falta de papel sanitario buenas son las constituciones.

E
l 23 de enero de 1958 el pueblo venezolano derrocó una dictadura militar. Los militares ante la actitud decidida del pueblo se vieron obligados a usar sus armas para deponer al tirano y hacerlo huir. Las FAN de ser perezjimenistas, o al menos eso creíamos nosotros, pasó en horas a ser anti perezjimenistas. De secuaces del dictador a detractores del mismo. Se daba así comienzo al período democrático más largo que ha vivido la república. Con todos los errores que se le puedan endilgar a ese periodo, que para muchos duró 40 años, la Venezuela de 1958 no tiene nada que ver con la Venezuela de 1998. Por eso para los que somos demócratas, para los que creemos en la democracia como sistema de gobierno, para los que la sentimos y la practicamos, el 23 de enero tiene un significado muy especial. No importa que en algunos momentos nos haya pasado la fecha por debajo de la mesa. Hasta henos visto, perplejos, como la oprobiosa fecha del 4 de febrero sustituía la gloriosa fecha del 23 de enero. Pero hoy, más que nunca tenemos que recordarla, celebrarla y sobre todo rescatarla y hacerla respetar. Esa fecha nos pertenece a nosotros. A los hombres y mujeres que siempre la hemos respetado, tenido como inicio de la Venezuela del diálogo, de la tolerancia, del desarrollo, del progreso, de la convivencia, del respeto, de la institucionalidad.
No le pertenece esa fecha a quienes han insurgido en contra de la constitución. No le pertenece a aquellos que alzaron las armas que les había confiado la república en contra de un gobierno democrático, legítimo, constitucional, electo popularmente. No le pertenece a aquellos que por medio de la violencia quisieron imponer sus ideas. No le pertenece a aquellos que ensangrentaron el país, que inmolaron inocentes. Tampoco le pertenece a aquellos que bajo la bandera de ideales foráneos y extraños trataron de derrocar gobiernos democráticos, con guerrillas importadas. No le pertenece a aquellos que asesinaron policías y guardias nacionales. Ni a aquellos que hicieron que muchos jóvenes, ilusos, rindieran sus vidas engañados. En resumen no le pertenece a militares golpistas, ni a guerrilleros, ni a seguidores del castro comunismo. Ni a adoradores de Fidel, del Che o de Marulanda. Ellos mismos, con el mayor desparpajo, lo han dicho, lo han pregonado “el 23 de enero no hay nada que celebrar”. Claro que la soldadesca chavista no tiene nada que celebrar la fecha que depuso a la soldadesca perezjimenista.
Por eso este 23 de enero debemos acompañar multitudinariamente la convocatoria que ha hecho la MUD para celebrar nuestra fecha magna. Todas las organizaciones políticas, empresariales, de trabajadores, campesinas, universitarias, profesionales, estudiantes, amas de casa, juveniles, asociaciones civiles, grupos diversos de toda índole, el país democrático todo, debemos plenar las calles de la capital para realizar una gigantesca marcha unitaria por la defensa de la democracia, que se encuentra hoy en sus estertores. Para darle un parado a las flagrantes violaciones a la constitución que hemos presenciado en estos días.
“El 23 de enero vamos a tomar Caracas por los cuatro puntos de la ciudad…..”, ese ha sido el bravuconado llamado hecho por el rojo psiquiatra. Amenazas, desafíos, violencia, uso de los recursos del Estado para poder movilizar, de forma obligante, a empleados públicos, soldados, misioneros. Esa es la cultura de esta revolución castro comunista. Pero allí estaremos. El miedo se está evaporando. Retomaremos las calles como antes. Vamos todos a marchar de forma pacífica pero decidida. Las calles de Caracas son de todos. Pero el 23 de enero es fecha nuestra. No de los comunistas ni de los militares golpistas.
PD: Cuando estoy despachando este paraninfo oigo un rumor de una posible suspensión, por parte de la MUD, de la marcha del 23 de enero. Una lástima, pero como dicen el miedo es libre.

Iolaizola@hotmail.com

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