EMBADURNADOS DE SIONISMO



Arnulfo Poyer Márquez

S
e reunieron un día varios amigos en un café, cada uno profesante de una religión distinta; pidieron su café cada uno y se propusieron dar rienda suelta a sus sueños de ambición. El protestante habló de primero y dijo: “Ah, cómo me gustaría ser dueño de City Bank y poder manejar a discreción el dinero que me venga en gana”. Los compañeros lo observaron con admiración y le siguió el islamita: “Yo soñaría con ser dueño de la General Motors, para poder colocar a mi antojo el petróleo que poseo y vender cuantos automóviles quiera”. “Ooooh”, respondieron sus oyentes. El católico no se quedó atrás y de inmediato le contestó: “Pues a mi me gustaría ser dueño de la Exxon Mobil” para competir con tu sueño, y poder repartir más energía en el mundo, al precio de mi antojo por supuesto”. “mmm” admiraron los cuatro compañeros. El japonés sintoísta no quiso quedarse atrás y ripostó: “Yo en verdad quisiera ser el dueño de Microsoft, que con lo que tengo en Japón, todos ustedes necesitarían de mis servicios. Nadie en el mundo se escaparía a mi poder”. “Nooooo” dijeron tres compañeros, excepto el judío que estaba muy sereno. Sus amigos lo emplazaron: “Qué, ¿no vas a decir nada”. El judío, muy orondo tomó su último sorbo de café, se limpió la boca con la servilleta, arqueó las cejas a cada uno y respondió tranquilamente: “Amigos míos, lo siento, nada está en venta”.
La pretensión del boicot es un hazmerreir al poder judío; es necesario saber qué propósito, qué alternativa a la mano desarrollar para enfrentar algo tan globalizado. El consumismo si tiene tutor, es el del poder judío. Ese poder es el combustible que activa al poder financiero, esté este en quiebra o no, inspiración para inflar o no la burbuja a su máxima o mínima expresión; la humanidad es el engranaje obrero que activa esa bomba, “algo” decaída en estos momentos. La excusa del holocausto para crear el Estado de Israel, fue sólo para que el mundo victorioso aliado del capital, adquiriera el control determinante sobre las fuentes energéticas más importantes del mundo. El tal control no es total porque el propósito ha encontrado baches y obstáculos inesperados, pero todo superable, y hoy apela al poder mediático para calar en la opinión general; aunque los obstáculos aumenten. Esta es hora que la nación palestina debería ser un fantasma del pasado. Esa OPEP surgió inesperada, uno de los baches. ¿Cuál es en verdad el poder judío? Abarca las firmas del capital que alimentan a nacionales israelitas y sus acendrados enemigos: Mennen, L’Oreal, Cocacola, Pepsicola, Exxon, Mac Donald, Facebook, por sólo decir unas letras de no menos 10.000, distribuidas por el orbe, Tal variedad proporciona al ciudadano israelí, una prepotencia sin paralelos ante el resto planetario, qué dejará ante los pastores y agricultores palestinos. Es necesario OTRA conciencia, que esto que llamamos revolución adolece, aunque haya roto los lazos diplomáticos con ese sanguinario estado, mas creer que con ello haya roto con los genes que alimentan a la prepotencia más grande del mundo… por favor.

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