PARANINFO

Ahora rumbo al 7 de octubre

Iván Olaizola D’Alessandro
Felicitaciones a la comunidad universitaria de la UNEXPO en su XXXIII aniversario.

Una parte muy importante del país decidió quien sería su abanderado en la contienda electoral de octubre. Más de 3 millones de venezolanos se vistieron de democracia, sin miedo, acudieron al llamado de la Mesa de la Unidad Democrática. Un proceso electoral limpio, transparente, sin contratiempos, con respeto, con alegres colas. Tal como lo habíamos supuesto en nuestro anterior paraninfo y tal como era en la época de la democracia venezolana. Los motorizados rojos rojitos no aparecieron por ningún lado. La FAN y que “chavista” se vistió de FAN institucional, respetuosa de los ciudadanos. El CNE se pareció mucho al antiguo Consejo Supremo Electoral. Sin esperar la madrugada y sin tener que consultar a ningún “comandante en jefe” la Comisión Electoral de Primarias de la MUD dio los resultados. Los que no llegaron de primero no tuvieron que romper nada ni necesitaron una dosis de litio. Reconocieron los resultados de inmediato, con gallardía, con civismo, nada de victoria pírrica, ni de “mierda”. Y los votantes, todos, hicieron lo propio. El que llegó primero, o sea el ganador, aceptó el veredicto con humildad, llamó a sus contendores, y de inmediato los incorporó a la celebración popular. Las caras de todos reflejaban que eso de la unidad no era un cuento, no era un simple slogan, que se sometió a prueba y no solo la superó sino que salió una unidad más unida. Como dijo el candidato todos nos montamos en el autobús. Y de ese autobús no podemos bajarnos y más bien debemos, tenemos, que hacer puesto para que muchos otros millones de compatriotas se monten.
Pero del otro lado de la acera no se lo esperaban, no lo podían creer. Tres millones, no, eso es fraude. Clarito aquello de que cada ladrón juzga por su condición. “Si lo hubiésenos sabío hubiéranos mandao a los colectivos a meter miedo”. De inmediato se activó la sala situacional para digerir lo ocurrido y producir una respuesta. Difícil lograr una buena solución. Ah, pero vino a la memoria lo de las firmas planas y la figura del rector Carrasquero el más “tranparente” de los rectores, ahora magistrado. Y allí llegó la respuesta. Pero no se dieron cuenta que estos trece años de trampas, de amenazas, de robos, de comunismo, nos han enseñado mucho. Y le cantamos la vieja melodía de “solo cenizas hallarás”. Pero la salida fue tan estúpida que cobró una victima inocente, un nuevo joven venezolano que rinde su vida por la cobardía de un régimen. Tres largos días necesitó el “comandante en jefe” o sea el teniente coronel felón, para poder reponerse del “gran slam” o sea del jonrón con las bases llenas, y estructurar una respuesta. No le fue suficiente el Valle para ir a llorar, tuvo que buscar algo más grande, se tuvo que ir al rio padre, el gran Orinoco. Desde allí rumió su derrota, necesitó todo ese inmenso caudal de agua para apagar su arrechera. Una nueva cadena, un nuevo abuso de los recursos del Estado.
Pero bueno ya eso es pasado. Ahora tenemos que centrarnos en la etapa que viene, la más importante. Soldar más aun la unión de todas las fuerzas democráticas del país. Todos los venezolanos que creemos en la democracia, que no creemos en el tal socialismo que no es más que un eufemismo del castro comunismo, que pensamos que un nuevo país es posible, en un país de progreso, donde todos quepamos y donde todos progresemos, donde haya respeto para todos, trabajo para todos, educación para todos, estaremos al lado de Henrique Capriles, el candidato de la unidad nacional. El candidato de todos. No el mesías, como él mismo lo dijo, sino el chofer del autobús. Un autobús full de gasolina y con cauchos nuevos. Y el 7 de octubre esos 3 millones del 12F se habrán convertido en al menos 9 millones y el que te conté necesitará ya no un valle ni un Orinoco, sino el inmenso “mar de la felicidad” para apagar su nueva arrechera. Pero ojo, mosca, que un militar felón, acostumbrado a violar constituciones, a dar golpes de Estado, es más peligroso que un mono con una hojilla. Hay que mantener, en estos meses que distan del gran evento, un ojo en la campaña y otro en los movimientos que hagan en La Habana. 

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