EL ANTICHAVISMO VISCERAL DE UNOS TERMINA POR ENFERMARNOS A TODOS. PAREN DE SUFRIR…!



MEDITACIÓN PARA TIEMPOS DE ADVIENTO

Por favor amigos y amigas, si me aprecian, no dejen de leerme esto

MIGUEL MATOS S.J


A
l hacer este comentario no me estoy refiriendo a ese derecho de todo venezolano a pensar, expresarse y actuar libre y pacíficamente a favor o en contra de cualquier propuesta polìtica.
Quiero llamar la atención sobre un fenòmeno concreto como lo es esa manera de ejercer el derecho a la oposición con un estilo que termina imposibilitando la convivencia màs elemental incluyendo la familiar , la amistosa, la vecinal, la eclesial, la ciudadana.
Se trata de una postura quizà inconcientemente irracional que tiñe no solo el actuar polìtico sino el propio estilo de relacionarse de la persona en cuestiòn con todo ser humano y con toda la realidad.
Se trata casi de un sìndrome que mantiene al afectado inmerso totalmente en una atmòsfera interna y externa de un pesimismo envolvente, una defensividad constante y agresiva, con sus rasgos de paranoia, de somatizaciones y el desencadenamiento de un mecanismo que les reduce de tal forma su àngulo de visiòn que es impensable toda posibilidad del intercambio màs elemental.
Para estos momentos, quizà a diferencia de tiempos anteriores, ya no se pueden equiparar simplistamente las actitudes de los dos colectivos pro y contra chavistas. No se puede decir tan simplistamente: “Ellos tambièn son asì”. Ni es excusa afirmar: “Ellos empezaron”
Sin intentar, en lo màs mìnimo, atenuar ninguno de los defectos del accionar polìtico del sector “chavista”, tenemos que reconocer ,con mucha preocupación, que es el colectivo antichavista el que se ha exacerbado y se ha ultrasensibilizado e introyectado de manera omnicomprensiva una visiòn muy sesgada, disparatada y hasta enfermiza de la realidad.
Lo digo con dolor.Son hermanos mìos. Estàn en mi familia de sangre. En mi familia religiosa.En mi Iglesia. Entre mis amistades ìntimas.
Me muevo en esos dos ambientes diferentes, y puedo testificar sinceramente còmo el chavismo “promedio”, sin dejar de exhibir todos los defectos que se quieran, sin embargo ese “chavismo promedio” no mantiene permanentemente a flor de piel ese nerviosismo deteriorante, esa visiòn tràgica de la realidad , ese vivir perseguido por el fantasma de una supuesta ruina vertiginosa del paìs, de una fatal condiciòn irreversible de inferioridad de nuestro paìs en comparación a otras naciones, del exabrupto según el cual nuestra naciòn està aislada, la estàn explotando.
Es lamentable que se estèn dando fuertes desacomodos en la geopolìtica mundial a consecuencia de lo cual, a nuestros hermanos ya no les es tan atractivo el anterior recurso a la huida al exterior. Incluso sabemos de dolorosos, disimulados y silenciosos regresos.
El llamado que quiero hacer al antichavismo no es , ni mucho menos, a que reconsideren, ni renuncien a sus posesionamientos ideològicos.  No.
El llamado es a que, tanto para bien de ustedes, como para bien de todos, hagan el esfuerzo de defenderse mejor contra todas esas estrategias dirigidas hacia ustedes desde centros estratègicos de la geopolìtica mundial, en las que la primera vìctima es la racionalidad, la honesta mirada sobre la realidad. Asuman con naturalidad el hecho de que hay otros venezolanos, que sin ser necesariamente unos degenerados políticamente, sin estar manipulados, sin ser ciegos, sin tener malas intenciones, creen profundamente en el proceso bolivariano. En nuestras casas, comunidades, en las Iglesias, en las congregaciones religiosas, en los seminarios y centros de formación cristiana, no nos obliguen a vivir como vergonzantes, como adherentes clandestinos de una “horrorosa” condiciòn de bolivarianos.
El llamado es a que no mantengan permanentemente el compartir social gangrenado por esa irritabilidad, de esa agresividad, incomprensión, de esa unilateralidad , de ese desprecio sumario y malagradecido hacia el paìs, de esa propaganda dañina y traicionera que hacen desde fuera hacia nuestra realidad nacional.
Si se sienten tan definitivamente mal en nuestro paìs, intenten, aunque sea por un tiempo, una suerte de “separaciòn de cuerpos”. Dèjennos aunque sea por un tiempo, vivir a nosotros “gustosamente” nuestras “terribles desgracias”.Nosotros “con gusto mucho gusto” las “soportaremos”.
Abstènganse, incluso en aras de “cuidar su imàgen”, abstènganse de mantener simultaneamente el discurso del “paìs horrorosamente destruìdo” mientras disfrutan de ostentosos niveles de vida, de privilegios, del mismo derroche descarado que permiten deducir que “con la Revoluciòn no parece haberles ido tan mal…” Sean por lo menos coherentes y sinceros.
A mì toda esta situación me ha ayudado a “desmontar” tantos “altares”.
No permitan que el antichavismo destruya convicciones muy nobles que ustedes siempre habìan tenido. Ser antichavista no tiene porque llevarte automáticamente a apoyar toda la maquinaria destructiva del Pentàgono,el histrionismo vacìo de un Obama o el cinismo descarado de una Hilary, la arrogancia criminal de una OTAN, a aplaudir el linchamiento televisado y sin juicio, de un lìder cualquiera, a “voltear hacia otro lado” (en lo que sorprendo a algunos hermanos mìos),para tratar de ignorar los casi dos millones de muertos en Irak por obra y gracia de una “mala información”, el asesinato y amputaciones de niños , mujeres y ancianos en Gaza, en Libia, en Afganistan, la destrucción delincuencial hace unos años, de la plataforma fìsica de la industria petrolera venezolana. La amenaza permanente que pende contra nuestros recursos por la voracidad de los que derrocharon irresponsablemente lo que tenìan y lo que habìan arrebatado a paìses màs dèbiles militarmente.Y pare usted de contar.
En este orden de cosas uno no deja de dolerse por la forma como personas incluso muy cercanas , que fueron luz ,hasta hace poco ,que iluminaron nuestras opciones cristianas de compromiso social, viven decepcionándonos cada dìa aunque no se lo digamos. Dan hoy un triste espectàculo de silencio complaciente, peor aùn de complicidad con los gestores de la antihistoria, de participación secreta en actividades subversivas, de autojubilaciones precoces para no ceder en empecinamientos soberbios e irracionales. ¿Dònde quedaron tantos editoriales, tantos folletos, tantos “cursos de formación sociopolìtica”?
Pero bueno, si las incompatibilidades son tan insuperables, por lo menos dèjennos vivir en paz. Ustedes tienen recursos para asegurarse una vida digna en el exterior. Como lo han hecho otros que no se han regresado aunque sea por puro orgullo o por las vinculaciones que poseen. No nos amarguen la existencia con ese llantèn tan compulsivo como incoherente.
Si despuès de un tiempo, la debacle que hoy padecen esos paìses que en otros tiempos fueron sus antiguos paraísos, si esa debacle, los devuelve hasta aquì. No duden en volver. Eso sì, sin llantenes hipòcritas. Ustedes son nuestros hermanos. Errar es humano, corregirse es divino.

miguel matos s.j
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