ELARTE DEL SOÑADOR

Preceptos de un diálogo
Por Régulo José Santos
Poeta popular 

Mi poesía es de carácter compatible y revela un auténtico contexto metafórico, fruto de la moraleja empírica, cimiento el arte filosófico sin significado absurdo consolidando la fórmula fidedigna trabo codicia en lo eclíptico. Mi verso en prosa fluye de forma sucinta y expresiva, alegóricamente nutrido de vigor popular catalogando los principios expuestos en la educación instruida en episodios vivenciales ¿Convalecerá una vergüenza ajena quien se recree con el ocio? ¡Asevero la genealogía de las musas! Prendado de cualidades generosas abogo por una vida práctica y útil como ideal de un temperamento armónico, a la vez menosprecio una actitud sisañosa y derogante sin sojuzgar el sentido monumental ni fomentar inquinas. El sabio se retrata con observar la idea de identificar e interpretar el conocimiento y la virtud. ¡Quien me caricaturice como hombre engañoso o rechoncho! Respeto el criterio personal, simplemente mi vicio se basa en ser quien soy, fundamentado en el instinto moral del conocimiento justo, abierto en adquirir enseñanzas patrocinadas por lo cognitivo sin grajear enemistad cual nacen de la nada. Ajustado a la ley universal menos fijar argumentos en transgredirla más exhorto en acatar sus veredictos aunque pareciera estar plagiada por la fortuna, admiro el potencial nato que no incurra en la inquisición.

Dialogar sobre lo que somos

Niego fortuitamente vivir bajo el pragmatismo menos el ápice de la ignorancia aceptando con alternativa la criticidad, contribuyo al colectivo con ideas en son sustentable. Aspirante a explorar las bellezas del arte sin cohesionar el apéndice filosofal ¿Quién cuestiona al victimario? Conceptúo lo que haya de cuestionar exponiendo el destino común a lo imprescindible ¡Boicotear la fábula ordinaria! Apabullar lo renuente e insofisticado cual genera deserción, hilvanar lo consuetudinario elogiando la honradez ¡Acumularé lo pronosticado! Asumir la responsabilidad en cualquier campo a distinción, sofocar la nimiedad y el embrollo, admitir lo correccional ¿Qué importa si me señalan de fracasado? Tales aseveraciones me son enojosas fuera del orden lógico.
 
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VALERA,EDO. TRUJILLO
VENEZUELA

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