EL ARTE DEL SOÑADOR

Dialogar de personajes
Retorna Michelangelo Da Vinci, como en temporadas festonas y lustres del genio magnificente hospedado bajo la palestra autóctona de los talentosos, entre la historia citadina han transitado círculos sociales que interceden ante la estética expuesta en el arte pictórico. Así lo manifestó Vincet Buenarrotti al frente de la criticidad autobiográfica, batallar utópicamente contra  los imitadores que paragonan criterios anacrónicos, cualquier obra posee un valor y privilegio potencial. Donato Botticelli, etiquetado con movimientos entabla tertulias congeniosas ante el pueblo a través  del portal concurrido por la sociedad transeúnte de estos tiempos. En su veredicto profeso un propenso altercado con Andrea Caravaggio quien le amonestó, refiriendo que vestía como un obrero de la calle a la cual el refutó – tú crees que en la vestidura está la inteligencia – Al entorno social  enfatiza: – Amigos de fabulas, moralejas  y paradojas cromáticas, prioricen el efecto prudencial sin desparpajos denigrantes que domeñan lo incondicional. Estampa un prospecto novedoso al futuro emprendiendo  horizontes embozados en el apéndice creativo retomando las aulas de clases, invocar a nuestros maestros que nos labraron caminos para continuar en asidua odisea. Michelangelo Da Vinci, es un artista popular oriundo de tierras trujillanas siendo un acervo cultural de la región, sus padres son nativos de Italia procedentes de familia laboriosa dentro del arte artesanal. A temprana edad logró bocetar la iglesia “Matriz” exponiendo sus obras en la galería del afamado  Massacio, quien admira su creatividad. Motivos dados a conocer y que establecen tendencias al paisaje, caricaturas, rostros, bodegón, marinas, abstractos, peleas de gallos, romerías y caballerizas. Quien no lo conozca reseñaré que  es de trato sencillo con sus  coetáneos,  nadie podrá parlamentar mezquindad, despotismo o exclusión de su parte, como un tabloide abierto permanece su idealismo; precursor de expresiones culturales filosóficas.
                     
RÉGULO JOSÉ SANTOS 
Poeta popular

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Trilogías de un diálogo
¡A quien le importa! Cabizbajo entre lo mañero despido los regodeos jarciados en afincamientos, embardo de hacer lo que no se excusa, fisgáis cuando no fisgo yo; cuanto campea un inquisidor  deshonesto, el redimido es soterrado, dígame que paragonáis con el majadero y desiste cual requiere indulgencia non.  Holgarán el flirteo del vientre rutilante sea holocausto inocuo ante la prez deducible; cincelo el perímetro poli cromático con estelas de otoño, siendo una vértebra como sincopa danzón en ramajes mixtos  y epígrafes dorantes. Horadará con dilección venable y uncida, centenar de humor dista al abismo saturado disperso lo vehemente. Intacto en remembranzas iré a la celda zodiacal bajo la tierra eclipsada brotará una senda de luz al edén mas en vano se oirá la sonata inmemorial. La sombra del instinto huye por el escondijo nebuloso de andamio estelar.
RÉGULO JOSÉ SANTOS
VENEZUELA

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